Antonio Indino Delvalle Arriola es una persona de nacionalidad paraguaya que ayer salió a denunciar que fue “perejil” y que estuvo preso más de 3 años siendo inocente, en el marco de la causa del secuestro de Christian Schaerer, ocurrido en la ciudad de Corrientes en la primavera del 2003.
Esta persona, que dijo ser un agricultor, acusó por lo que le tocó pasar al supuesto informante, identificado como Juan Alberto Inbesi, a quien Delvalle señala como “un conocido estafador”, según publicó ayer el diario Itapúa en Noticias.

Delvalle, de profesión agricultor, domiciliado en el distrito de Capitán Meza, departamento de Itapúa, contó que en el 2004 se enteró de que la Policía lo buscaba mientras se encontraba en la chacra. Decidió entonces consultar en la Comisaría de Edelira 28, donde le respondieron que no sabían nada, pero se puso a disposición de la Justicia y fue detenido tras recibir la información desde la Capital.
En un primer momento le dijeron que fue un error y a la semana recuperó su libertad, pero un mes después otro contingente policial encabezado por el padre de Christian, el empresario Juan Pedro Schaerer, llegó hasta el campo donde se encontraba trabajando y lo volvieron a detener para posteriormente ser enviado hasta la Penitenciaría Nacional de Tacumbú. Afirmó que con él fueron otras 42 personas, todas supuestamente vinculadas al secuestro.
Durante poco más de 2 años estuvo recluido en Tacumbú, pero según denunció, en todo ese tiempo jamás fue llamado para declarar por las fiscales Cynthia Lovera y Sandra Quiñonez, quienes llevaban la causa.
Para que avance su causa solicitó su extradición a la Argentina para responder a las acusaciones del secuestro, pero asegura que “misteriosamente aparecieron otras 7 causas más en su expediente, entre ellas la de un doble homicidio en San Rafael del Paraná, causas por abigeato e incluso el asesinato de un policía”. Delvalle supone que la intención era impedir su extradición. De igual manera fue extraditado a Corrientes, donde la Justicia argentina no encontró elementos que lo involucren al caso y fue liberado en 5 meses.
“Tardaron en liberarme porque justo me tocó la feria judicial. En total estuve 3 años y 2 meses preso. Perdí todo, mi papá y mi mamá murieron angustiados por esta causa. Tuve que vender mi chacra, mi camión, me enfermé y terminé en la calle con mi esposa y mis hijos”, advirtió Delvalle.
Acusó a la Fiscalía de inventar pruebas falsas y enviarlas a sus pares argentinos, quienes al recibirlas se burlaban de la justicia paraguaya por el “papelón” que armaron. “Cuando el fiscal vio los documentos que enviaron en mi contra, se tapó la boca para no reír, era un oficio hecho a lápiz, sin sello, me miró, ordenó que me retiren las esposas y me invitó a tomar un vaso de leche”, recordó.
“Todo está adulterado y manipulado, fue una cacería de brujas para encontrar un culpable y mostrar a la prensa, pero todos los que fuimos, los 42 quedamos libres y sin culpa. No encontraron nada pero nos destruyeron la vida, la mayoría terminó perdiendo todo, pagando abogados y para que su familia pueda comer mientras estábamos presos”, contó.
Dolido por la situación, acusó públicamente de estafador a Inbesi por engañar a la familia Schaerer, a la Policía y a la Justicia paraguaya. Además, denunció que Juan Pedro Schaerer ordenaba a los fiscales y jueces a quién debían de detener y a quién debían dejar libre.
“Fuimos presas 42 personas, llamativamente todas provenientes de familias humildes y a quienes tenían para pagar a su abogado ni los molestaban”, sentenció.

Jueves, 22 de febrero de 2018