Jorge Pasian y Antonio Rivero fueron hallados culpables del delito de homicidio calificado por haber sido cometido con ensañamiento. El crimen ocurrió el 31 de julio de 2014 en una casilla del barrio Ralín. Seccionaron en dos partes el cuerpo de Nelson Escalante (17).

El Tribunal Oral Penal de Mercedes condenó a dos hombres por el brutal asesinato de un menor de 17 años en la localidad de Curuzú Cuatiá, en un hecho ocurrido en julio de 2014. Los fundamentos de la sentencia serán leídos el día 11 de noviembre de 2016.
El Tribunal conformado por los Dres. Juan Manuel Ignacio Muschietti (presidente), los vocales Raúl Adolfo Silvero y Jorge Alberto Troncoso, resolvieron condenar a Jorge Ricardo Pasian de apodo “Yacacoca” por ser coautor material penalmente responsable del homicidio calificado, por haber sido cometido con ensañamiento, a cumplir la pena de prisión perpetua con accesorias legales y costas.
En segundo término resolvieron condenar a Antonio Luis Rivero, apodado “Chili” por ser coautor material penalmente responsable del delito del homicidio calificado, por haber sido cometido con ensañamiento a cumplir la pena de prisión perpetua accesorias legales y costas.
Los imputados fueron condenados a prisión perpetua, por compartir la calificación y la pretensión punitiva requerida por el Fiscal del Tribunal, prevista en el artículo 80 inc. 2° del Código Penal.
A su vez la defensa pidió la absolución por insuficiencia probatoria o, subsidiariamente, que fueran condenados por homicidio simple, alegando que las heridas que revelaba el cuerpo de la víctima eran pos-mortem.
El hecho ocurrió el día 31 de Julio de 2014 en la madrugada, oportunidad en que Pasian y Ribero se encontraban reunidos en la casilla número 26 del Barrio “Ralín” de Curuzú Cuatiá, mataron a Nelson Eduardo Escalante de 17 años, utilizando un cuchillo. Previo a la muerte le provocaron múltiples heridas punzo cortantes en el cráneo, cuello y tórax, siendo la causa de muerte una lesión cardíaca gravísima. Luego lo llevaron a un descampado a unos 60 metros y seccionaron el cuerpo en dos partes, arrojándolas en una alcantarilla de las vías del ferrocarril cercana al lugar.
De lo expuesto por el Fiscal se desprendió que las agresiones se produjeron durante un lapso de tiempo considerable, ocasionándole las heridas pre-mortem y un sufrimiento innecesario, más allá del puro dolo homicida.

Miércoles, 9 de noviembre de 2016