Un ladrón ingresó, pidió cigarrillos y sacó un revólver. Al ver a testigos huyó sin un peso.

La Policía de la localidad de San Roque detuvo a un joven que acusado de intentar robar, a mano armada, en un kiosco donde amenazó a un empleado. Sin embargo, en medio del atraco el delincuente escapó sin un peso porque se asustó de dos situaciones: una mujer justo salió de un baño y afuera notó la llegada de un automóvil.
El fallido golpe delictivo ocurrió el domingo a la madrugada en un local comercial de calle Daniel Artaza sin número, del poblado situado a unos 140 kilómetros al sur de la capital provincial.
Un joven, encargado del negocio, atendía normalmente al momento de observar la llegada de un sujeto que simuló ser un cliente interesado en comprar un paquete de cigarrillos.
El comerciante, sin sospechar, fue y agarró la mercadería solicitada, la puso a disposición del visitante y cuando se disponía a cobrarle fue intimidado con un revólver.
Arma de fuego en mano, el maleante exigió la entrega de todo el dinero disponible en la caja recaudadora.
Parecía que el robo iba a consumarse, pero de repente una chica, quien sería novia del comerciante, abrió la puerta del sanitario y salió hacia el salón de ventas. A la vez, afuera apareció un vehículo automotor.
Ambas situaciones provocaron “miedo” en el asaltante, quien decidió abortar el robo y emprender la fuga a toda prisa.
Afuera, el malviviente ascendió a una motocicleta estacionada a pocos metros, sobre la cual estaban otros dos sujetos con quienes finalmente se alejó de la zona.
La víctima no dudó en llamar a la comisaría local. Así, una patrulla llegó al negocio donde los efectivos obtuvieron los primeros detalles y características del asaltante y sus cómplices.
Mediante recorridas en las calles de la localidad los sospechosos pudieron ser encontrados a no mucha distancia. Uno de ellos, al notar la cercanía del móvil policial arrojó al suelo un arma blanca, como descartándose de ella.

Cartucho
En la requisa a tales personas fue encontrado un cartucho calibre 14, pero ninguna arma de fuego.
Los demorados, todos oriundos de San Roque, tienen 23, 25 y 32 años. Uno de ellos, el acusado de la tentativa de robo, cuenta con antecedentes penales.
Una vez identificados los tres quedaron a disposición de las autoridades judiciales con asiento en la ciudad de Goya. Y más tarde recuperaron la libertad aunque se encuentran “supeditados a la causa”.


Martes, 11 de marzo de 2014