Se llamaba Gabriel Cuenca, tenía 19 años y estuvo detenido por casos de arrebatos. Además de su prontuario, tenía problemas de adicción a las drogas. Su madre denunció que su homicida fue un integrante de la Policía. Hasta anoche no había sospechosos ni detenidos.

El joven que falleció al recibir tres disparos en la noche del martes, en una calle del barrio Unión de la ciudad de Corrientes y presuntamente tras haber intentado robar, contaba con antecedentes policiales y además era adicto a las drogas. En cuanto a la investigación, por el caso no hay detenidos y sí muchas dudas.
El muchacho fue identificado como Gabriel Leonardo Cuenca, de 19 años, y quien según informaron fuentes policiales y judiciales a época, tenía en su haber varios ingresos a comisarías por denuncias que lo acusaban de haber cometido arrebatos en la jurisdicción en la que encontró la muerte.
Cabe recordar que el incidente se registró cerca de las 21:15 en Pasaje Belcastro a la altura del 700, casi en el cruce con calle Madariaga, en el citado asentamiento de la capital provincial.
Tal como este medio publicó en forma exclusiva en su edición de ayer, la víctima recibió tres proyectiles de un arma de fuego que fue accionada por un hombre de quien se desconoce la identidad y que fue bautizado como “vecino justiciero” por los lectores de este matutino.
Este calificativo se debe a que, según trascendió, segundos antes Cuenca intentó robarle las pertenencias a una mujer que circulaba por la avenida Maipú. El homicida descendió de un automóvil (presumiblemente un Renault 12) y gatilló contra la humanidad del presunto ladrón, hiriéndole en tres oportunidades en el cuello. Esto le quitó la vida en el acto.
Por el caso, ayer su madre, María Cristina Flores, dialogó con varias emisoras radiales y defendió férreamente a su hijo, aunque no dejó de reconocer que tenía problemas de adicciones a las drogas y que contaba con antecedentes penales.
“Mi hijo tenía antecedentes. No lo niego”, aunque lo defendió: “Todo fue porque la Policía inventó”, explicó la mujer.
“Anoche (por el martes) lo mataron como a un perro. No se resistió. Fue hasta la avenida a hacer una carga virtual y estaba la Brigada”, prosiguió.
Por los efectivos de esta dependencia policial contó: “Hace un tiempo ya nos dijo que mi hijo tenía ‘carta blanca’, que cuando le veían lo iban a matar. A mi hijo lo mató ‘Batatita’”, en alusión a un efectivo que respondería a ese apodo.
“Después de dispararle, le siguieron pegando patadas. Cuando llegamos, nos dijo ‘¿les gusta lo que le hicimos a tu hijo?’. Ellos están acostumbrados a darle con electricidad a los muchachos y tenían miedo. Por eso mi hijo corrió”, agregó.
También aseveró: “Mi hijo era drogadicto. Se peleaba con su novia y se drogaba, pero eso no implica que le hayan hecho eso. Los policías están malacostumbrados a hacerle causas a los chicos hasta matarles”. Y clamó: “Quiero justicia, a la jueza (Laura) Varela le pido justicia porque me arrancaron mi vida. Por eso pido que ese policía ‘Batatita’ quede preso”.
Versión oficial
Por su parte, el subsecretario de Seguridad de la Provincia, Guillermo Weyler, deslindó responsabilidad policial en la muerte de Cuenca.
“Según testimonios, se habría visto un vehículo antiguo, un Renault 12, y vieron a esta persona caer (por el joven) y luego escucharon los disparos de arma de fuego”, manifestó el funcionario.
“Ya se está trabajando desde el Juzgado de Instrucción en turno. Queremos dejar que se trabaje con tranquilidad para esclarecer el caso”, sostuvo Weyler.
Respecto a las denuncias de la familia del muchacho fallecido, que apuntó a irregularidades en el proceder policial y persecuciones inadecuadas, dijo: “Todavía no hemos recabado esos antecedentes y no daremos la razón a trascendidos. Si hay un hecho de persecución sólo se debe hacer es pos de paliar hechos ilícitos y criminales”.
En cuanto al presunto agente que le dirían “Batatita”, el subsecretario, quien es comisario retirado de la Fuerza, explicó que “no conocemos a agentes de esa manera. Nosotros trabajamos por nombre y apellido y número de placa de los policías, no por apodos”.
La pesquisa oficial se encuentra en plena etapa de instrucción y, por lo que se avizora, tendría ciertas complicaciones para avanzar. Al parecer no existirían testigos presenciales, y en caso de haberlos tendrían miedo de declarar lo que vieron.
Además, en la comisaría jurisdiccional no existe denuncia alguna respecto a la mujer que supuestamente habría sido víctima del intento de robo por parte del joven asesinado, complicando aún más los hilos investigativos.
La causa por el suceso de sangre se inició en la seccional Tercera, por una razón de jurisdicción. Esta dependencia, a su vez, dio intervención a la jueza de Instrucción 5, Laura Beatriz Varela, y a la fiscal de Instrucción 5, María Graciela Fernández Contarde.

Jueves, 5 de diciembre de 2013