Cayó por mal estado de la construcción, un pedazo de mampostería de la municipalidad de Goya, sobre la vereda de calle San Martín. Una mujer de apellido Valenzuela del Bº Güemes que pasaba por allí con sus dos hijos, uno de ellos en un changuito de bebe, se salvo de milagro que no le caiga encima. Después de lo sucedido la mujer dijo, “hizo una explosión atrás mío y me asuste mucho, pudo ser una tragedia un segundo antes”. La pregunta que se hacen los vecinos es quien controla al municipio en estos casos.

Lo cierto es que el municipio necesita realizar numerosos controles dentro del municipio, donde la falta de criterio y sentido común sobresalen de una gestión que puso punto muerto a la marcha y la palabra estancamiento se generaliza en todas las dependencias municipales. Hasta las letras de la palabra Municipalidad de Goya muestra la falta de pintura, demostrando que el último que pinto fue la gestión del ex intendente Mazzaro.
En diciembre del año pasado TNGoya presentaba un informe sobre la falta de agua potable en el edificio municipal ya que una de las bombas de agua había desaparecido del municipio y dejado sin servicio al edificio municipal por más de 48 horas. El municipio cuenta con dos bombas de 2 HP y medio para cargar el tanque que abastece de agua al edificio municipal, uno de ellos se habría quemado por mal uso ya que el tamaño no era el adecuado, ocasionando el malestar de empleados municipales y vecinos.
La situación en ese momento ya era confusa, ya que las bombas que costaron alrededor de $7.000 con instalación incluida no funcionaron como correspondía.
A las claras queda como en 7 años de gestión municipal, el común denominador es el descontrol, donde cada quien hace lo que quiere y se toman decisiones erróneas en momentos de crisis que llevan a generar numerosos problemas administrativos, como ser la última desprolijidad del Intendente municipal en el revaluó fiscal de las propiedades para la fijación de los valores del impuesto inmobiliario que llego a la justicia.
En la calle se sigue hablando de la imposibilidad de Osella de ser nuevamente candidato a Intendente, situación que preocupa a diferentes sectores que antes creían en la palabra del intendente y que hoy se alejan de el de a poco por la ambición desesperada de volver a ser reelecto y perdurar en el sillón mas alto del municipio 12 años.