Juan Román Riquelme está siguiendo de cerca la situación particular de un futbolista que está en conflicto con su actual club, ya jugó en Boca Juniors y tienen una gran amistad. Además, a Miguel Ángel Russo le vendría muy bien un refuerzo en su posición. ¿Vuelve?

Juan Román Riquelme está siguiendo de cerca la situación particular de un futbolista que está en conflicto con su actual club, ya jugó en Boca Juniors y tienen una gran amistad: Juan Manuel Sánchez Miño, actualmente en Independiente. Además, a Miguel Ángel Russo le vendría muy bien un refuerzo en su posición.

Según informa el diario deportivo Olé, la dirigencia de Boca lo tiene en carpeta y Riquelme ya lo llamó para tentarlo. Román y Sánchez Miño jugaron juntos en Boca entre 2011 y 2014 y allí, pese a la diferencia de edad (el volante zurdo tiene 30 y JR, 42) forjaron una gran amistad.

Para que llegue a Boca primero hay que resolver su salida de Independiente, algo que no será sencillo. Al futbolista le queda un año de contrato pero está en pleno conflicto salarial con el club. La dirigencia del Rojo le impuso un techo que está muy lejos de las pretensiones del jugador, quien ya dejó de entrenarse vía Zoom junto al plantel y avisó que quiere irse.

En Avellaneda están dispuestos a dejarlo ir, pero no por menos de 1.200.000 dólares y si es posible, al exterior, para evitarse las críticas de los socios de permitir a otro grande reforzarse con un jugador propio. Estudiantes de La Plata, donde también jugó Sánchez Miño, es otro equipo que lo tiene en carpeta, pero la figura de Riquelme podría ser la clave para convencerlo.

En el barrio de La Boca están expectantes a que esta situación se resuelva para poder avanzar y llegar a un acuerdo. Para Miguel Ángel Russo sería clave contar con un jugador así ya que en esa posición sólo cuenta con Bebelo Reynoso, quien tiene un pie y medio y en la MLS, y el juvenil Agustín Obando.

Miércoles, 15 de julio de 2020