El sueño es indispensable para el buen funcionamiento del organismo, ya que durante esas horas se libera hormonas que permiten mantener el cuerpo en buenas condiciones a lo largo del día. Si pensabas que lo más terrorífico que puede pasarte mientras dormís es que se te meta una araña por la boca, te tenemos una mala noticia…

Mientras dormimos pasamos por diversas etapas que se repiten continuamente durante la noche. Las primeras fases son la 1 y la 2, en ellas el sueño es muy ligero lo que genera que los músculos se relajen, la presión arterial, el ritmo cardíaco y la respiración desciendan. En las fases 3 y 4, el sueño ya es muy profundo debido que las ondas cerebrales son lentas. La última fase se llama REM (Rapid Eye Movement en inglés) esto es porque existe un movimiento rápido de los ojos y es donde se mide un nivel de actividad cerebral muy alto, también es el lugar donde se da la mayoría de los sueños que podemos recordar.

Todo esto es muy interesante, sin embargo, cuando cerramos los ojos nuestro cuerpo puede experimentar cambios o fenómenos difíciles de explicar, lo peor de todo es que algunos no tienen cura…

Parálisis de sueño
Ocurre cuando la persona se despierta en medio de la noche y no puede moverse o hablar, prácticamente queda atrapada dentro de su cuerpo. Durante ese tiempo se puede tener alucinaciones muy tenebrosas o la sensación que alguien te está viendo.

De acuerdo a la NHS, este fenómeno es solo temporal y solo el 7% de la población mundial lo sufre. Además los expertos aseguran que se tiene más probabilidades de padecerlo cuando se duerme de espalda.

Mientras la persona está paralizada los síntomas más frecuentes son: la inhabilidad de moverse, presión en el pecho y alteraciones de lo que ocurre alrededor. Para prevenirlo es importante mantener un buen tiempo de descanso por las noches.

Apnea del sueño
Es cuando te despiertas al sentir que se te para la respiración. Cuando esto ocurre la persona tiene una baja calidad de sueño, el cerebro sienta la falta de oxígeno y se dificulta el dormir; además que durante estos ataques se aumenta la presión arterial, lo que puede generar infartos.

La apnea del sueño es más probable que la sufran los hombres con sobrepeso, fumadoras, que beban mucho alcohol y las mujeres con menopausia.

Sonambulismo
Es un estado donde la conciencia está dormida, pero los músculos no se relajaron. Esto permite que la persona pueda caminar por la casa con normalidad, lo cual puede ser peligroso. De acuerdo a la NHS (Servicio Nacional de Salud) lo mejor que se puede hacer para tratar a alguien con sonambulismo, es llevarlo gentilmente a su cama sin tratar de despertarlo. De lo contrario podrían atacar o tomar una actitud agresiva.

Los expertos aseguran que el sonambulismo puede padecerlo cualquier persona sin importar su edad, pero el 20% de los casos mundiales son de niños, sobre todo cuando están durante su pubertad.

Tener la sensación de caerse
Es una de las experiencias más incómodas y bizarras que sufrimos. Es cuando estamos durmiendo tranquilamente y sentís que te estás cayendo, lo que ocasiona que te sacudas y despiertes.

Esto ocurre porque el cerebro cree que el cuerpo se está muriendo, debido que la respiración y el ritmo cardíaco bajan considerablemente. Es por ello que el cerebro envía un impulso a los músculos para “revivirnos”.

Experiencias astrales
Es un fenómeno neuropsicológico bastante extraño donde la persona que está dormida se ve a sí misma desde otro lado, esto ocurre durante el sueño y la vigilia. Para los científicos es complicado de explicar o entender el por qué, mientras que los esotéricos dicen que esto es una prueba que el alma existe.

Alucinaciones hipnóticas
Ocurre generalmente cuando la persona se encuentra entre la vigilia y el sueño, en esa etapa mientras está consciente ve imágenes que no puede controlar la mayoría de estas son tenebrosas. Es como si estuviera dentro de una pesadilla.

A las personas que le ocurre esto son psicológicamente sanas y muy creativas, pero también llega a experimentarse por culpa del estrés o dormir bajo el efecto del alcohol.





Miércoles, 1 de julio de 2020