Casi 600.000 personas se han visto forzadas a dejar su hogar en los últimos dos meses en las provincia de Idlib (foto) y Alepo, en el noroeste de Siria y ultimo bastión opositor, mientras las tropas sirias avanzan rápidamente en su ofensiva, informó este miércoles un portavoz de la ONU.

"La situación continúa deteriorándose minuto a minuto. Desde el 1 de diciembre, más de 586.000 personas se han desplazado y la gran mayoría, más del 80 %, son mujeres y niños", afirmó a Efe el portavoz regional de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) para Siria, David Swanson.

Esta última ola de desplazados, que se produce en medio de las hostilidades en el terreno entre las facciones opositoras y las tropas sirias, apoyadas por su aliada Rusia, así como los intensos bombardeos "agrava una situación humanitaria ya grave en el terreno en Idlib", apunta.

Las tropas sirias intensificaron en diciembre la ofensiva sobre el noroeste de Siria y familias completas han ido desplazándose del sur de Idlib hacia áreas en el norte en numerosas ocasiones debido al avance militar hacia el norte de la provincia.

"Ciudades enteras continúan vacías a lo largo de las áreas que se sitúan en primera línea de combate, a medida que cada vez más civiles huyen hacia el norte a áreas consideradas más seguras, que se están reduciendo rápidamente, a medida que continúan los avances territoriales contra las fuerzas de la oposición", apuntó Swanson.
"Debemos parar esta carnicería y debemos pararla ahora", zanjó el portavoz.

Idlib y el oeste de Alepo están prácticamente bajo control del Organismo de Liberación del Levante, una alianza islamista en la que está incluida la exfilial siria de Al Qaeda y a la que Damasco y Moscú consideran "terroristas" que deben ser expulsados de Siria.


Jueves, 6 de febrero de 2020