Ya queda lejos el 8 de diciembre en el que Jorge Amor Ameal, Mario Pergolini y Juan Román Riquelme ganaron las elecciones en Boca. Desde entonces, el silencio y la toma de decisiones brilla por su ausencia. Días antes de las elecciones, Riquelme fue contundente: "El lunes les cuento quién va a ser el técnico. Nosotros tenemos todo. Hasta los que van a entrenar a las Inferiores".

Sin embargo, nada de eso pasó. Boca, junto con Huracán, son los únicos dos clubes sin entrenador. Como es obvio, en Boca, se magnifica todo y es más preocupante, porque además de la ya desgastada historia de la llegada de Miguel Ángel Russo, la nueva directiva tampoco ha cerrado refuerzos.

Paolo Guerrero, Mauricio Isla, Renato Tapia, entre otros nombres, se quedan solo en rumores, en versiones. El mercado de pases opaca el manejo que hubo en inferiores, donde se destituyó a la gente que estaba y hasta el momento no se oficializó ni un nombre para reemplazarlos.

Y entre tanto silencio y demora, también aparece Carlos Tévez, quien termina su contrato y no se sabe si seguirá o no. La situación financiera y la auditoria apareció como una bandera importante para estirar la dicha demora. En el mientras tanto, la impaciencia por la falta de decisiones crece.

A una semana de que el primer equipo vuelva a entrenar, Boca no será Bahamas como afirmó Ameal, pero parece una isla a la deriva...

Viernes, 27 de diciembre de 2019