El ministro de Hacienda se reunió con David Lipton y Alejandro Werner, directores del Fondo, pero no logró su objetivo. Macri participó durante diez minutos.

El desembolso del Fondo Monetario Internacional no se destraba. Ni siquiera la presencia del presidente Mauricio Macri en las rees que mantuvieron funcionarios argentinos con el prestamista en Nueva York logró aflojar a las autoridades del organismo multilateral. El próximo intento del gobierno argentino para habilitar la llegada de 5400 millones de dólares tendrá lugar a mediados de octubre cuando una misión oficial visitará las oficinas del FMI.

La llegada de los recursos no sólo está condicionada a la evaluación de los técnicos del prestamista sino que debe ser validada por el Directorio del Fondo. Los primeros tienen dificultades para justificar el envío de recursos ante el rotundo fracaso del programa de financiamiento y entre los directivos comenzaron a escucharse voces de rechazo que proponen espera al recambio presidencial.

“Argentina ha cumplido con todas las metas monetarias y fiscales. Cumplimos todos los compromisos. Eso es lo que compete a la Argentina. Después el FMI tiene a su Directorio. Hubo un avance. La reunión forma parte de una serie de conversaciones. Fue una buena reunión”, enfatizó el ministro Lacunza al finalizar el encuentro con el Director Gerente Interino del FMI, David Lipton, y el responsable del Departamento para el Hemisferio Occidental, Alejandro Werner.

La representación argentina contó con la presencia del banquero central Guido Sandleris y, según indicó el titular del palacio de Hacienda, “el presidente Macri se sumó durante los últimos diez minutos”. El funcionario precisó además que las conversaciones continuarán a mediados de octubre durante la Asamblea Anual del FMI en Washington.

Martes, 24 de septiembre de 2019