El candidato a presidente por el Frente de Todos, Alberto Fernández, aseguró que impulsará un consenso social entre los diversos sectores para poder salir de la crisis y apuntó al campo, la industria y los gremios. Después de su gira por Europa, donde visitó al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez y recibió consejos del primer ministro de Portugal, Antonio Costa, de regreso en Buenos Aires comenzó de manera formal la campaña para las elecciones de octubre.

El candidato presidencial del Frente de Todos llamó a un consenso social entre los diversos sectores para poder salir de la crisis.
Sobre el viaje, afirmó que fue productivo de cara a futuro y que sirvió para tender puentes de diálogo internacional. "Me dio todo su apoyo y toda la tranquilidad de que España nos va a ayudar. Fue muy útil no para mi, sino para el futuro de la Argentina", aclaró sobre su encuentro con Sánchez.

"Yo creo que tenemos que darnos cuenta que tenemos una oportunidad única que no podemos desperdiciar en términos de expectativas sociales. Sé que estoy despertando una expectativa y lo único que no puedo hacer es equivocarme porque eso para la gente sería trágico", analizó sobre el escenario actual.

Aunque todavía tienen que repetirse los resultados de las PASO en las generales del 27 de octubre, Fernández ya proyectó cómo sería llegada a la Casa Rosada: "Si gano, sé que los primeros años de mi gestión serán difíciles porque recibiré una economía diezmada".

"Lo que pasa es que esta vez la gente tiene que tener una tranquilidad que es que quien gobierne no va a ir sobre la gente. Le va a pedir a la gente que lo acompañe y va a trabajar para que la gente la pase mejor. Y estoy seguro que vamos a poder luchar contra el hambre y la pobreza que hoy aquejan a la Argentina", afirmó.

Y profundizó: "Nosotros no concebimos la economía que la considera el Gobierno, que redujo el PBI a la mitad de lo que era. Por la inflación y la caída de la actividad económica. No estamos conformes con este PBI y tenemos que ayudar a que crezca".

En la misma línea, aclaró que, en caso de ser presidente, pagará la deuda externa pero sin pedirle ajuste a los argentinos. "Le dije a la Mesa de Enlace que debemos ser socios: la Argentina necesita dólares para pagar y ellos pueden exportar", recalcó.

"Yo comenté que lo primero que tenemos que hacer es parar la pelota, es decir, ponernos de acuerdo entre todos para que durante 180 días podamos recomponer salarios sin que esto signifique un aumento de la inflación", apuntó y explicó que se trata de un consenso generalizado con todos los sectores, sobre todo apuntando a la industria y el campo.

En ese escenario donde los diferentes sectores políticos y sociales exigen decretar emergencia alimentaria, afirmó: "Nos enorgullece producir comida para 400 millones de personas pero no podemos resolver el hambre en la Argentina".

Por otro lado, en contra de lo que sostienen desde el oficialismo, confirmó que no reformarán la Constitución Nacional. "No hay que cambiarla, pero necesitamos otro contrato social porque es inadmisible que haya hambre", manifestó.

Fernández contó, además, en diálogo con Joaquín Morales Solá, cómo fue una de las charlas que mantuvo en privado con Mauricio Macri: "Le dije que me parecía necesario poner un feriado bancario ante la situación económica, pero lamentablemente se fueron U$S3000 millones. Luego sí implementaron controles cambiarios".

"La Justicia no funciona como Dios manda sino como ordena el poder de turno, pero no voy a hacer política en los tribunales. Para mí, Cristina es una perseguida política. Yo me voy a ocupar del trabajo, la deuda y el hambre", sostuvo.

Por último, confirmó su presencia en los dos debates presidenciales con el resto de los candidatos, uno en Santa Fe y otro en la ciudad de Buenos Aires.



Martes, 10 de septiembre de 2019