"Matala, matala, matala igual", gritaba uno de los cacos, pese a que la víctima no ofreció resistencia y a que entregó su medio de transporte diario sin dudar.

El lunes 20 de mayo, cerca de las 21, en la lluviosa y oscura noche correntina, una mujer fue asaltada a punta de pistola. Lo más grave: uno de los delincuentes gritaba a su cómplice que matara a la infortunada víctima a pesar de que no ofreció resistencia alguna.

La mujer salió de su trabajo, en el microcentro correntino, a las 20 y partió en bicicleta rumbo a su casa en el barrio Laguna Seca. Ingresó por Las Piedras y al doblar por Zapiola fue interceptada por dos malvivientes.



Arma de fuego en mano, el primero de los malhechores ordenó a la mujer que se bajara de la bicicleta. La asustada víctima cumplió con la instrucción del delincuente quien, además, le dijo que se tirara al embarrado suelo.

Sin embargo, el segundo de los delincuentes le gritaba con insistencia a su cómplice: “Matala, matala, matala igual”. Afortunadamente, el primero de los malvivientes no hizo caso y sólo se limitó a llevar la bicicleta.


“Matala, matala, matala igual”, decía sacado el malviviente a su cómplice.

“A estos hijos de mil p… que no les importa nada”, fue la lapidaria definición de la mujer tras un enésimo hecho de inseguridad en la capital correntina. De todas maneras, acudió a la Policía a radicar la denuncia.



Martes, 21 de mayo de 2019