Tener una mala digestión, es sin duda, uno de los factores más estresantes en las personas; se sienten incómodas, de mal humor y pesadas. Los alimentos no digeridos fermentan el tracto digestivo, lo cual provoca malestar y una ineficiente absorción de los nutrientes.

La dispepsia, mejor conocida como 'digestión laboriosa' hace referencia a la sensación de dificultad para realizar adecuadamente el proceso digestivo, debido a que los alimentos y líquidos que se consumen, generan en el organismo toxinas que interfieren en el proceso metabólico.

Para que los alimentos sean digeridos completamente, cada enzima y jugo digestivo deben ser segregados en la cantidad adecuada, en el momento preciso y la pared intestinal debe encontrarse en un buen estado de salud.

Identifícala

Las características más comunes de la dispepsia son ardor, sensación de pesadez en el estómago, dolor en el centro del pecho, sabor ácido en la boca, eructos frecuentes, náuseas y reflujo.

Los síntomas se originan por diversas circunstancias, entre ellas, la úlcera de estómago, esofagitis por reflujo, comidas muy pesadas, ingesta de alcohol, fumar y por tomar frecuentemente fármacos que dañan el estómago, como los antiinflamatorios.

Causas de la indigestión

Masticar muy poco los alimentos: Hoy en día se come demasiado rápido, pero debes recordar que si no masticas bien, se reduce la eficacia de tu proceso digestivo, ya que los nutrientes no se asimilan correctamente.

Tomar líquidos con las comidas: El líquido diluye las secreciones (ácido, enzimas y bilis) que son responsables del proceso digestivo. Por ello, los expertos recomiendan no tomar agua con tus alimentos; lo ideal es hacerlo dos horas después de cada comida, para que tu digestión mejore.

Estrés: Cuando las personas están más tensas no producen la cantidad suficiente de ácido estomacal y/o enzimas digestivas, factores que impiden que el proceso digestivo se realice correctamente.

Ponlo en práctica

Come cuando tengas hambre: Si consumes algo, pero en realidad no deseas hacerlo, los jugos digestivos no fluyen apropiadamente, por lo que te sentirás inflamado y con ello, tu digestión se verá dañada.

Evita el estrés y las discusiones a la hora de la comida: El aparato digestivo está regulado por el sistema nervioso autónomo, que a su vez está poderosamente influido por la mente y las emociones. Así que cuando comas, pásatela bien.

Consume proteína: Lo ideal es hacerlo en cada comida. Cuando se tiene una alimentación baja en proteínas (huevo, carne, pollo, queso, etc), no se estimula la secreción de las enzimas digestivas. Todo esto, aunado al consumo diario de fibra y frutas, te ayudarán a metabolizar mejor cada alimento y en consecuencia, te sentirás mejor y estarás de muy buen humor. ¡Vale la pena!

Viernes, 10 de mayo de 2019