La instalación de la planta embotelladora de Coca Cola en Corrientes, prometida y presentada el 4 de septiembre de 2015, siguió la misma suerte del segundo puente Cjhaco - Corrientes: sólo promesas. Una farsa. ¿Aparecerá en la próxima campaña electoral?

El sitio adonde se emplazaría la embotelladora de la bebida cola más famosa del mundo, es hoy un campo improductivo y baldío.

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La promesa en realidad es de cinco años, pues se la anunciaba en la campaña electoral de 2013, y la repitió en el 2015 en otra campaña electoral para gobernador.

La inversión de $650 millones de pesos argentinos prometidos, tenía en cuenta una nueva planta que generaría 300 empleos directos y 150 indirectos a lo largo de la cadena de valor, "implementando el uso de tecnologías de vanguardia para garantizar la máxima eficiencia, sustentabilidad y calidad de los productos", decía uno d elos directivos empresarios.

Claro, que le habían prometido el oro y el moro: Coca Cola no pagaría Ingresos Brutos y no habría un nuevo impuesto que lo reemplace, era el anuncio que se daba en ese momento.

Ni uno ni lo otro ocurrió.

Sólo promesas que desbaratan cualwuier credibilidad. Ni siquiera hubo un "pasaron cosas", una prórroga de fechas, como cnel segundo puente, sino lo que pareciera más una zanahoria engañosa adelante del burro que son los votantes.

Seguramente aparecerá en alguna carpeta oficialista como nueva promesa. Pero la Coca Cola no apareció. Este año en abril hubo una confesión lapidaria: “No sé qué pasó con la Coca Cola”, reconoció el gobernador Gustavo Valdés. “La Coca Cola ya no sé si se instala. No sé qué pasó con la Coca Cola. Los inversores están ahí…viendo”.

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Una promesa de Ricardo Colombi que terminó de enterrar su sucesor.

En septiembre de 2016, los directivos de la empresa en una conferencia ante periodistas locales, afirmaron que proyectaban el inicio de la producción en la planta correntina en 2019.



A este paso, nunca.

El primer anuncio de esa planta en Corrientes desde la Nación lo hizo Cristina Fernández de Kirchner a principios de 2015. Meses antes de terminar su mandato, la expresidenta se había reunido con los directivos por el paquete de inversiones que tenían previsto desarrollar en Argentina, incluida la planta correntina.

De allí a esta etapa de paralización, sólo pasaron tres años, mucho menos que los veinte que llevamos esperando el segundo puente. En el país del marketing, la Coca Cola, perdió.

Miércoles, 9 de enero de 2019