La enfermedad comenzó a tomarse como tal en 2002, tras el descubrimiento de un científico holandés. Infórmate de que se trata.

Se trata de una enfermedad que sólo afecta a hombres y que no es muy conocida. El malestar aparece después del orgasmo.

Para algunos hombres, una experiencia íntima, lejos de ser placentera, ocasiona dolor.

Se trata del Síndrome de Enfermedad Post Orgásmica (POIS por sus siglas en inglés) y sólo afecta a los hombres.

Los síntomas pueden variar de paciente a paciente: desde fátiga, hasta fiebre y diarrea. Todo, luego del orgasmo.

En 2002, el doctor Marcel Waldinger, neuropsiquiatra de la Universidad de Ultrecht y Director del Departamento de Neurosexología del Hospital de Leyenburg en La Haya, Holanda, la descubrió.El investigador, hasta el momento, detectó 200 hombres con este síndrome, pero señala que es más común de lo que se piensa.

La causa, según el especialista, podría estar en una posible alergia al propio semen o a una desregulación a nivel neurobiológico, aunque el problema también podría tener una base psicológica.

En algunos hombres, también se detectó una reacción auto inmune al plasma seminal que, se cree, podría tratarse con inyecciones regulares de semen diluido, según un artículo difundido por la BBC.

Barry Komisaruk, Director del Programa de Investigación Biomédica de la Universidad de Rutgers en Newark, Estados Unidos, y experto en respuestas neuronales a estímulos sexuales, apunta a que la causa gira en torno al Nervio Vago, un nervio craneal que envía impulsos a casi todos los órganos del cuerpo.

"Muchos de los síntomas que presentan los pacientes que padecen este desorden son mediados por el Nervio Vago", explicó Komisaruk.

Entre los síntomas, se detectó confusión, fatiga y falta de atención; también dolores musculares y fatiga. Todos los síntomas se presentan después del orgasmo. Puede ser unos segundos, minutos o pocas horas después de la eyaculación. La mayoría de los síntomas perduran durante un periodo que puede ir de 2 a 5 días.

Hasta el momento no hay una cura ni un tratamiento específico. Algunos han probado vitaminas y parches de testosterona; desesperados, también hay casos en los que consumieron sedantes y antibióticos. Sin embargo, lo único que realmente parece funcionar es la abstinencia.


Miércoles, 31 de octubre de 2018