El Gobierno porteño contrató a una polémica firma para que provea los peluches con la figura de la mascota oficial de los Juegos Olímpicos de la Juventud. Con ese nombre, ¿qué podía salir mal?

Una fuerte polémica se generó por estas horas, cuando se conoció que miles de peluches, “hermanitos”, de Pandi, la mascota de los Juegos Olímpicos de la Juventud, permanecen encerrados en un contenedor en la Aduana porteña, y no se venderán en ninguno de los stands oficiales, a pesar de que el Gobierno porteño pagó una millonada por ellos.

La razón es curiosa por donde se la mire: la administración de Horacio Rodríguez Larreta le adjudicó la provisión de los artículos a una firma, la única que se interesó en el concurso de precios, por algo más de 2 millones de pesos.

Según publica MundoTKM, la firma adjudicada tiene un nombre por demás pintoresco: “Quiero ver guita S.R.L.”. Además de su sentido literal, que combina dosis de lunfardo con otro poco de viveza criolla, el juego de palabras esconde una verdadera guarangada.

Claro que por alguna razón que no se termina de dilucidar, aunque se atribuye a una maniobra de evasión fiscal, fueron rotulados confusamente y quedaron retenidos en el puerto. Costaron a razón de 300 pesos y se iban a vender a 1.500, pero ese negocio quedó trunco.

Hasta el momento no ha habido demasiadas explicaciones en torno a qué pasará con los peluches y con la ostensible pérdida para el erario porteño. Que alguien vio guita, no quedan dudas.

Miércoles, 17 de octubre de 2018