La denominada "chica del momento" es apuntada por más de un dedo acusador como la tercera en discordia que provocó el final del romance entre el hijo de Carmen Barbieri y la protagonista de Sugar.

Vienes, vienes y te vas… El amor que los une es tan especial como impredecible. Federico Bal y Laurita Fernández no tienen términos medios: o conviven o se separan. Nada de tomarse tiempos ni ir llevando la relación de a poco, con el propósito de reconstruirla sobre pilares verdaderamente vigorosos. La actriz comenzó a brillar en Sugar en reemplazo de Griselda Siciliani y en forma paralela a su debut protagónico en la calle Corrientes, anunció que con el hijo de Carmen Barbieri estaban dándose una nueva oportunidad, dando vuelta la página y soñando con afianzar el vínculo de una buena vez.

Del lado de Federico la campana era similar. Aseguró sentirse enamorado, esperanzado con asentar el romance y espantar para siempre los fantasmas de las separaciones pasajeras que tanto caracterizaron el noviazgo de sus inicios. Pero en el medio sucedió algo inesperado. Un obstáculo que terminó derribando los proyectos y las esperanzas de blindar el amor con fidelidad y afecto. Ese obstáculo, que ni más ni menos es una hermosa mujer, tiene nombre y apellido: Sol Pérez. Al parecer, este distanciamiento “que es definitivo”, tal como aseguró Laurita, tuvo su origen en un presunto coqueteo entre Bal y la exuberante chica del clima, quien fue su compañera durante el corto período en el que Federico fue panelista del programa Pampita Online.

Desde luego que ambos ya se conocían del Bailando y también del ambiente treatral, pero aparentemente, el episodio que habría desencadenado el adiós entre el actor y su novia tuvo lugar entre grabación y grabación del espacio que la ex mujer de Benjamín Vicuña conduce por Telefé. Extraña paradoja: cuando sol amagaba con asomar, llegó la tormenta que desató una ruptura, en principio, sin retorno.

Miércoles, 30 de mayo de 2018