¿Sabías que al beber cerveza estás cuidando de tu salud cardiovascular a la vez que proteges tus huesos? Para aprovechar estos beneficios sin correr riesgos te recomendamos la versión sin alcohol.

La cerveza es una bebida alcohólica que proviene de la fermentación de algunos cereales, gracias a la acción de varias levaduras.

Esta conocida bebida, cuyo origen se podría remontar a la época de Mesopotamia hace 7 000 años, ha acompañado a todas las civilizaciones de la historia de la humanidad.

En la actualidad, lejos de ser solo una bebida asociada al ocio y diversión, existen conocidos y demostrados beneficios de su consumo moderado.

En este artículo compartimos algunas de las extraordinarias propiedades para la salud de este antiguo brebaje.

Beneficios para la salud:

1. Mejora la salud cardiovascular

La cerveza ingerida durante las comidas, siempre en dosis moderadas, es un efectivo remedio que nos ayuda a mejorar la salud cardiovascular. Esta bebida actúa de manera positiva sobre los niveles de colesterol, que pueden afectar, en gran medida, a la circulación y el corazón.
Esta bebida fermentada también contribuye a reducir la hipertensión arterial, en especial la variedad sin alcohol.
Además, la creencia de que su consumo habitual provoca un aumento de la grasa abdominal parece ser solamente una suposición sin base científica.

2. Es antioxidante

Los aceites esenciales del lúpulo y los polifenoles contenidos en la cerveza disminuyen la degeneración oxidante progresiva de las células. Esta es la consecuencia del daño que los radicales libres causan tanto en nuestro aspecto físico como en nuestra salud.

Por lo tanto, al beber cerveza retrasamos el envejecimiento prematuro y conseguimos estar más jóvenes y vitales.
Además, la oxidación está relacionada con la aparición de enfermedades degenerativas, por lo que también actuará como remedio para prevenirlas.

3. Previene la osteoporosis

El silicio presente en la cerveza es un mineral imprescindible para aumentar la densidad de los huesos y reducir la pérdida de masa.

Así, el consumo moderado de cerveza puede reducir el riesgo de fracturas, mejorar la recuperación de lesiones y prevenir la osteoporosis.

Esta bebida es, por lo tanto, una buena opción para las mujeres. Ellas son las que tienen una mayor propensión a sufrir esta enfermedad en los huesos, en especial a partir de la menopausia. Además, hay que destacar que la cerveza sin alcohol también aportará estos beneficios.

4. Fortalece el sistema inmunitario

Consumir cerveza con moderación mejora la respuesta de nuestro sistema inmunitario contra los microorganismos que causan algunas infecciones. De este modo, podemos prevenir algunas enfermedades con este sencillo y placentero hábito.

Al beber una cantidad diaria de 330 ml en mujeres y de 660 ml en hombres conseguiremos aumentar los niveles de linfocitos T.
Estos son los responsables de eliminar los patógenos que provocan las enfermedades infecciosas y bacterianas.

5. ¿Para el embarazo?

Es fundamental destacar, en primer lugar, que una mujer embarazada no debe ingerir alcohol. Por este motivo, en este caso nos referimos solamente a la cerveza sin graduación alcohólica.

Esta bebida puede sorprendernos por su alto poder hidratante y nutritivo. La cerveza nos ayuda a reponer líquidos a la vez que nos aporta una gran cantidad de nutrientes.

En especial, destaca su contenido en ácido fólico, el cual es imprescindible durante la gestación. No obstante, también contiene otras vitaminas del grupo B y minerales como el magnesio y el calcio.

6. Cerveza en el pelo

Este beneficio que citamos no tiene nada que ver con el consumo de esta bebida, sino más bien con su aplicación. Gracias a su contenido en vitaminas del grupo B (en especial, la biotina) y minerales, la cerveza se ha convertido en un excelente acondicionador capilar.

Si la aplicamos sobre nuestra cabellera después del champú y antes del aclarado final, lograremos estos beneficios:

Cuero cabelludo más nutrido.
Mayor brillo.
Menos encrespamiento.
Más volumen.

Miércoles, 2 de mayo de 2018