Ricardo Mario Darín, más conocido como Chino Darín, atraviesa su mejor momento, cada vez le va mejor y tiene un 2018 lleno de proyectos pendientes: Las leyes de la termodinámica, Memorias del calabozo y El Ángel (La película de Robledo Puch, dirigida por Luis Ortega).

Pero como cualquier simple mortal tiene obsesiones y manías: las contó en una entrevista a la revista de cultura AISGE, de España.

Al parecer Chino Darín vio demasiadas películas de cine catástrofe o zombis y siente especial preocupación por sentirse siempre listo, cual boy scout para cualquier desastre que pudiera suceder.

El actor va siempre con una mochila a cuestas como si el fin del mundo acechara. Cada vez que sale a la calle o viaja lo hace preparado para lo peor.

¿Qué carga en la mochila? Medicamentos, una pasta de dientes, tecnología, una cámara, auriculares, una remera de repuesto, un neceser, un libro... y, lo más importante, una navaja multiusos Leatherman. Se trata de una especie de la vieja y conocida Victorinox, pero en versión moderna y más refinada.

Darín afirma y cuenta que la navaja es fundamental:

“Con su lija he llegado a cortar un candado de la maleta en algún viaje en que había perdido la llave. Creo que todo esto tiene que ver un poco con mi espíritu de catástrofe. Siento que puede pasar algo y necesito tener a mano estos útiles de primera necesidad. Incluso a veces sueño con que me estrello en un avión y necesito estar preparado para poder sobrevivir luego. Hay algún tema extraño en mi cabeza’’.