El retiro "espiritual" al que convocó para jueves y viernes en Chapadmalal el presidente Mauricio Macri a todo su gabinete será caja de resonancia de algunos conflictos internos en el equipo económico que tienen incidencia directa en la evaluación que los mercados financieros hacen de la Argentina.

Lo hará durante el retiro espiritual convocado por Macri para jueves y viernes en Chapadmalal. Su caso tuvo repercusión entre financistas del exterior.

El país se convirtió en el gran tomador de créditos entre los emergentes y por eso todos los bancos y fondos de inversión dedican buena parte de sus análisis a lo que pasa en Buenos Aires. Más precisamente en la Casa Rosada y sus reparticiones públicas.

El oficialismo le tomó el gusto a esta práctica (María Eugenia Vidal también hizo el suyo), que sirve para hacer balances de gestión, informar sobre los pasos a seguir y buscar homogeneidad en el relato oficial sobre la gestión de Gobierno. Además, es el ambiente ideal para ir a fondo en las discusiones e incluso para los pases de factura cuando las cosas no salen del todo bien. En los años 90, eran muy trascendentes los retiros espirituales que convocaba el entonces superministro Domingo Cavallo. Los hacía también en el complejo residencial de Chapadmalal. Pero cuando necesitó mayor intimidad, llegó a mudarlos hasta alguna localidad aislada de la serranía de Córdoba.

Este año, desde el área económica del gabinete de Mauricio Macri se esperan varios informes específicos. Nicolás Dujovne explicará los próximos pasos dirigidos a lograr la rebaja del déficit fiscal primario a 3,2 puntos del PBI. En esta tarea se apoya también en el ministro de Energía, Juan José Aranguren, ya que un factor determinante para alcanzar el objetivo fiscal es el recorte de los subsidios al gas, la electricidad y el transporte. Otra pata es la reforma jubilatoria que se comenzó a reglamentar la semana pasada.

Sin embargo, hay un punto de fricción entre Dujovne y Aranguren que tiene que ver con el comportamiento de YPF, que continúa aumentando el precio de las naftas, con modalidades que enojan al ministro de Hacienda. Sobre todo, más allá de los porcentajes, porque se aplican sin previo aviso a otras reparticiones del Gobierno. Dujovne pretende no ser sorprendido por los aumentos que decide la empresa energética estatal y que le complican el cumplimiento de las metas de inflación. Reclama al menos que el presidente de YPF le pase un anticipo a Aranguren y que éste lo comparta con el resto del gabinete económico. La política antiinflacionaria será un capítulo a analizar en Chapadmalal. Varios ministros juegan ese partido. Pero no hay un responsable visible ante los magros resultados.


Martes, 13 de febrero de 2018