Ahora tiene tres años y se encuentra completamente sana, además de feliz. Pero cuando nació todo era incertidumbre en su vida y por eso la llamaron la bebé del milagro: con apenas 21 semanas y 4 días de gestación su mamá dio a luz.

Pesaba 425 gramos, y para los médicos fue un verdadero milagro que naciera viva. Su mamá se llama Courtney Stensrud y el caso fue documentado por el Journal of Pediatrics. La criatura llegó a este mundo cuando la mamá rompió aguas antes de tiempo, situación que se complicó por una infección en la membrana de la placenta.

El nacimiento ocurrió en el hospital de Texas, Methodist Children en San Antonio. Las posibilidades de que la bebé viviera eran prácticamente nulas, pese a que no estaba de acuerdo con la resucitación el médico Kaashif Ahmad escuchó el pedido de la mamá y le hizo resucitación a la bebé.
“Vamos a proceder… Colocamos a la bebé en una camilla y empezamos a escuchar pulso, su ritmo cardíaco… No lo esperábamos. Inmediatamente colocamos un tubo de respiración le proporcionamos oxígeno; de manera bastante rápida, su ritmo cardíaco comenzó a mejorar”, relata el médico en el artículo publicado.
A la beba, que ya es conocida como la beba del milagro, se la considera además la prematura más joven que haya sobrevivido y de la que se tenga registro. “Poco a poco, fue cambiando de color, de azul a rosado, y empezó a moverse y moverse y a respirar bien en pocos minutos. Fue un milagro”, agregó el médico.
Según el diario El País, la bebé estuvo 126 días en la UCI, un poco más de cuatro meses.
Fuente: El País.
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Martes, 14 de noviembre de 2017