El día que me enteré de esto, supe que si no reaccionaba mi vida y la de mi familia
cambiarían para siempre. Sabemos que sólo reaccionamos cuando algo nos toca de cerca. Pero esto
que me pasa a mí hoy, le está pasando a cada vez más goyanos: un edificio en altura amenaza, en
pleno Centro Histórico de Goya, con robarnos el sol, la intimidad, la vista, el Centro Histórico que
tanto queremos.

Nos vemos de golpe atrapados en nuestras casas bajas y antiguas por un murallón de 70
metros de largo por 8 pisos de alto. Y sabemos en ese momento que tenemos que hacer algo. A la
primera que fui a ver fue a mi vecina Rosita Altamirano. "Es un desastre lo que están por hacer", me
dijo. "Cuando salgamos al jardín nos van a estar viendo, se terminó nuestra privacidad". Me di
cuenta que no estaba sola, que éramos ya muchos en la misma situación.
A otro vecino, Carlos Barboza, le preocupaba "el problema de la presión del agua" en la
esquina de Juan Esteban Martínez y José María Soto. "¡El sistema de cloacas de nuestro Centro
Histórico no está pensado para torres! Acá es necesario que un camión cisterna pase para destapar
la red cloacal. Si a esa red ya colapsada le agregan edificios en altura… ". En la casa de enfrente,
Clara Melana temía las rajaduras. "¡Van a rajar todas las casas vecinas, estamos en el Centro
Histórico!", nos dijo.
Gladys Acevedo, en la otra esquina, estaba entre enojo e incredulidad. Un segundo
proyecto de torre, otra mole fuera de escala, pretendía encerrar el "Museo Gauchesco Curuzú", que
con tanto cariño acaba de abrir en una de las esquinas de la histórica manzana de los Soto, los
fundadores de Goya. El Museo quedaría aplastado. En menos de media cuadra dos edificios en
altura encerrando casas históricas de ciento cincuenta años. Y siempre la misma sensación de
sentirse indefensos. ¿Por qué esta locura en pleno centro fundacional?
Nos dimos cuenta que no se trataba sólo de desastres personales, sino de una
catástrofe programada para todo el Centro Antiguo de nuestra ciudad. ¿Quién podía pensar que se
desfiguraría un día nuestra antigua Costanera, un lugar bajo y arbolado que pertenece a todos, que
todos disfrutan? En pocos días logramos juntar muchas firmas. Los vecinos, aun los que viven un
poco más lejos, se dan cuenta que en cualquier momento les toca a ellos.
Presentamos una nota en Planeamiento. Empezamos a hablar con nuestros abogados.
Descubrimos que el secretario de Planeamiento no hacía respetar la Ley Nacional de Ambiente N°
25.675, que exige estudios de impacto ambiental previos y obligatorios.
Creamos una asociación, Defendamos Goya. Nos pusimos en contacto con Proyecto
Goya, que vió hace ya varios años lo que se venía y pidió protección para nuestro centro histórico.
Fuimos a ver juntos al Intendente. Logramos el voto de una ordenanza que protege al fin nuestro
centro antiguo y suspende el otorgamiento de nuevos permisos de obras en altura. La Comisión
Nacional de Monumentos acaba de aprobar la misma declaratoria como "Área Urbana Histórica
Nacional".
Una pesadilla que se transforma en sueño? No tan rápido. Estamos determinados a
luchar por nuestro derecho a conservar nuestro Centro Histórico. Pero todavía oímos, alrededor de
nuestras casas y jardines antiguos, el ruido de las demoliciones y las topadoras. Las obras en altura
continúan en pleno centro fundacional de nuestra ciudad.
Fotomontaje: Proyecto en altura en la Costanera

Viernes, 3 de noviembre de 2017