MEJORANDO LOS ESPACIOS PÚBLICOS
El Municipio de Goya remodela e impone el nombre a la plaza “Padre Federico Grote”
Continuando con el plan de mejoras en los espacios públicos de los barrios, la Municipalidad de Goya remodeló la plaza del barrio 17 de Agosto (50 Viviendas). El intendente Gerardo Bassi, funcionarios y concejales locales, descubrirán este miércoles a las 18:00 la placa con la denominación de “Plaza Padre Federico Grote”.
El padre Grote, fundador de los Círculos Católicos de Obreros, nació en 1853 en Munster de Wesfalia, Alemania; y luego de ser ordenado sacerdote en 1878, se trasladó como misionero a América, donde vivió en Ecuador y desde 1884, en Buenos Aires. Llegó 1891 y con él la Encíclica Rerum Novarum, la respuesta inédita de la Iglesia a la cuestión social. Por primera vez a través del Papa León XIII, se expresaba el pensamiento elaborado por siglos, señalando la primacía del hombre sobre las cosas y por lo mismo, del trabajo frente al capital.
Ante este anuncio, Federico Grote entendió que debía hacer y ya nada fue capaz de detenerlo. Debían los círculos ser una institución de puertas abiertas sin distinción de clases sociales. Lo importante era cobijar a todos los trabajadores para lograr su promoción, amparo y protección, frente a la explotación capitalista y frente a los embates de las diversas ideologías.
Con estas premisas fundó la federación de los Círculos Católicos de Obreros en Buenos Aires el 2 de febrero de 1892. La intención primordial de los Círculos, se plasmó en sus estatutos estableciendo que su objeto era la promoción material y espiritual del trabajador conforme los principios de la Doctrina Social de la Iglesia.
Los medios, que pensó el Padre Grote para alcanzar tan vasto fin, fueron todos los que caben a la acción social que podía desplegar una institución privada con estructura jurídica propia, no dependiente de la jerarquía eclesiástica, aunque su inspiración fuese el Magisterio Social de la Iglesia. Los Círculos recurrieron entonces a los subsidios ante diferentes contingencias e infortunios personales, las agencias de colocaciones, las cajas de ahorro, la asistencia médica, la ayuda mutua, la administración de farmacias, la creación de bibliotecas, escuelas, conferencias, periódicos, la recreación honesta, el teatro, el deporte, la presentación de proyectos de leyes de protección de los trabajadores, la concreción de proyectos de vivienda, el acompañamiento en la fundación y organización de sindicatos profesionales, etc.
El P. Grote fue un precursor. Antes que nadie previó el planteamiento de una cuestión obrera argentina. La obra de los Círculos de armonización de clases y mejoramiento de la vida de los trabajadores y sus familias, concretó en nuestra patria la más valiosa y fecunda acción social católica. Fue el primero en nuestro país que pensó y actuó por el hombre y joven del trabajo. Gracias a su acción precursora llegó a todos los rincones la voz orientadora de la Iglesia en materia social, en especial, a la gente más humilde de los campos y ciudades. Tras la figura de Grote se fueron agolpando los obreros y laicos comprometidos. Sus voces llegaron hasta los poderes públicos, que ante la claridad de las mismas, debieron escuchar.
En cada uno de los Círculos se encendió la llama de redención del trabajador y su familia, de la humanización del capital, de la igualdad espiritual y del amor cristiano. Fue Grote un luchador incansable, alma y nervio de los Círculos, su prédica no fue en vano. Fueron gracias a su lucha y entrega muchas de las conquistas que hoy ostentan los trabajadores.
De sus petitorios, se nutrió la legislación laboral argentina, donde se destacan las leyes de descanso dominical, reglamentación del trabajo de menores y mujeres, protección del salario, accidentes de trabajo, jubilación, entre otros derechos. Grote tenía dos grandes amores: la Iglesia y los obreros. Falleció el 30 de abril de 1940, vísperas del día del trabajo. Sus restos descansan en el Panteón Social de la Federación, ubicado en el Cementerio de la Chacarita, Capital Federal.
Hoy a más de cien años de su creación, los Círculos a través de sus más de cincuenta filiales continúan su obra por el bienestar de los trabajadores y sus familias, entre ellas, la Sala de Primeros Auxilios Cruz de los Milagros en Paraje Punta Batel de la zona rural de Goya.
Martes, 4 de julio de 2017
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