Una firma de instalación de caños de escapes de automotores con sucursal en Corrientes está en la mira de la Justicia Federal después que su propietario fue detenido en el contexto de una investigación por el tráfico de dos mil kilos de cocaína hallados en Bahía Blanca, dentro bobinas de cables de acero.

La detención del empresario chaqueño Alberto Javier Busciglio se produjo el lunes cuando un equipo de la Policía Federal Argentina irrumpió en su domicilio de la Capital chaqueña con una orden de allanamiento del juez federal de Campana, Adrián González Charvay.

Este martes el comerciante fue trasladado a la Provincia de Buenos Aires y se estima que este 21 de junio será presentado ante el magistrado que instruye la investigación para que conozca la pieza acusatoria y, si lo desea, conteste la indagatoria.

El magistrado pidió su detención después de acusarlo de haber adquirido en el exterior los carretes de cables supuestamente con la intención de simular el traslado de la droga hacia nuestro país.

Desde el Ministerio de Seguridad de la Nación hicieron saber que el empresario "está sindicado como el testaferro de la organización y encargado de adquirir las bobinas de acero especialmente fabricadas para que los scanners no detecten la droga", y remarcaron que "además, es dueño de un lubricentro en Resistencia, local que fue debidamente allanado al momento del megaoperativo desplegado por la Policía Federal".

El empresario también tiene negocios en la Capital correntina, pero éstos aún no fueron intervenidos por la Justicia.

En la Capital chaqueña también fueron allanados los hangares del Aeroclub Chaco, donde los policías federales secuestraron un avión Cessna, Modelo 182j que figura como propiedad de un comerciante chaqueño

El allanamiento se realizó en el kilómetro 977 de la Ruta Nacional 11 a las 2 de la madrugada del lunes hasta donde llegó un nutrido grupo de efectivos de la Brigada de la Delegación Resistencia de la Policía Federal Argentina con una orden del juzgado de Campana.

El aparato fue confiscado en el contexto de la causa por narcotráfico hay 17 personas detenidas. Cuatro de ellas son mexicanas y hay otras dos personas de ese país que siguen prófugas.

El grupo está sospechado de ser integrantes de una organizar traslados de cocaína desde nuestro país hasta Europa y Canadá, ocultos en rollos de cables de acero.

El juez González Charvay dio a conocer que een los primeros días de marzo, cuando la Policía Federal recibió "información muy concreta de varias empresas vinculas al comercio exterior, concretamente relacionadas con el rubro del acero, que estaban por utilizar este tipo de emprendimientos legítimos para el contrabando de estupefacientes hacia Europa y concretamente a Barcelona como un destino posible".

Esos datos "señalaban que el puerto de Campana sería el lugar elegido por este grupo para desplegar la actividad" aunque, aclaró, que "este tipo de delitos complejos no se realizan usualmente en un único espacio territorial, generalmente se despliega en múltiples jurisdicciones". En tanto, el magistrado explicó que los "rollos de acero" en los que se ocultó la cocaína llegaron a Bahía Blanca por un lado, y la droga por el otro, y que el "acondicionamiento" de la misma se llevó a cabo en el parque industrial de esa ciudad. En ese sentido, el juez González Charvay detalló que en el depósito allanado en ese parque había 17 rollos pero que la droga estaba acondicionada en 8 de ellos.

Réplica

En tanto, Luciano Busciglio, hijo del hombre detenido dijo en un canal de televisión de Resistencia que “no se encontró elementos que lo vinculen a la causa” y que “se ha colaborado en todo, incluso se le cedió las llaves de los locales”.

Asimismo aclaró que “lo que nos relaciona con la causa es la compra de bobinas de acero, pero nosotros no tenemos nada que ver con la fabricación, transporte o adulteración de las bobinas”.

En su descargo remarcó que “al día de la fecha se allanó una avioneta que está a nombre de mi padre, pero él nunca lo voló y tampoco fue pasajero. La persona que opera la nave soy yo desde hace cuatro años soy piloto y todos los vuelos están registrados y con plan de vuelo”, y remarcó que “ese avión nunca viajó a Bolivia”.

Apuntó también contra el Gobierno al hacer indicar que “solo se muestra información de una gacetilla (por la información difundida por el Ministerio de Seguridad de la Nación) pero nunca nadie se comunicó con nosotros para preguntarnos o citarnos, para reformular o validar”.

Respecto a su relación con el hecho, aseguró: “no estoy prófugo. Estoy a disposición de la Justicia, y me presentaré ante el juez para presentar la documentación correspondiente”.

Jueves, 22 de junio de 2017