Daniel Melero el 18 de julio del 2010, se levantó a la 06 hs, llovía, hacia frio, se percató que puerta del fondo de su vivienda ubicada en Entre Ríos 640, estaba abierta, se acercó y diviso en el fondo a delincuentes, gritó en alerta, agarro un arma de fuego y disparo hacia los ladrones, uno recibió un proyectil en la cabeza, seis horas después murió. Melero fue detenido por 20 días, fue procesado y le conceden probation, terminó de cumplir y en las últimas horas fue sobreseído.

Fue denominado “el justiciero” luego de 20 días, le conceden la excarcelación, al volver al barrio los vecinos iban le alentaban y lo felicitaban inclusive por haber matado al delincuente que ingreso a su casa. Cabe recordar que el episodio se produjo el domingo 18 de julio alrededor de las 6 en una casa ubicada en la calle Entre Ríos 641.

En mayo del 2014, el tribunal decide suspender el juicio a prueba y ordenan cumplir trabajos comunitarios en un colegio de nuestra ciudad por el lapso de dos años. Tras cumplir, en las últimas horas los camaristas decidieron su sobreseimiento.
Daniel Melero tenía 52 años cuando ocurrieron los hechos, en aquella oportunidad había dicho a los medios
“Me sorprendió que la puerta del patio estaba abierta. Hacía frío y estaba lloviendo pero decidí salir a mirar qué pasaba y me encontré sorpresivamente con delincuentes. Luego grité y vi a dos personas, no vi si tenían armas por la oscuridad, entonces decidí disparar”, manifestó.

“Uno de los ladrones cayó al suelo y yo me quedé en el lugar. Mi mujer se levantó y le dije que llame a la Policía porque la persona todavía respiraba. Cuando llegó la ambulancia, se hicieron las pericias y en la casa de un vecino encontraron cosas mías que ya habían trasladado a través del muro. Luego me dijeron que debía quedar demorado.”

Cuando se realizaron todas las actuaciones correspondientes en el lugar de los hechos, por orden del juez de instrucción inteligente, le habían informado que estaba demorado, hasta quede en claro cómo se dio todo lo ocurrido.

El 08 de agosto del 2010, le conceden la excarcelación, olio al barrio y hablo en medios locales y provinciales, comenzó quejándose diciendo; “Desgraciadamente las leyes no nos ayudan para nada como ciudadanos. Anímicamente estoy bien, siento el apoyo de los vecinos y la ciudadanía”.

El juez había dispuesto el auto-procesamiento por “HOMICIDIO COMETIDO CON EXCESO EN EL EJERCICIO DE LEGITIMA DEFENSA”
El ladrón que mato se llamaba, Diego Fernández, contaba con antecedentes penales, por robo bajo ésta modalidad, además hurtos e incluso formaba parte de riñas callejeras.

El arma utilizada por Daniel era un calibre 32, marca TAURUS BRASIL. El proyectil impacto en la cabeza, fue trasladado en ambulancia al Hospital regional y en el mediodía falleció producto de la lesión recibida.


El artículo 35 del Código Penal dice: "el que hubiere excedido los límites impuestos por la Ley, por la autoridad o por la necesidad, será castigado con la pena fijada para el delito por culpa o imprudencia". Es decir que, si quien actuó con exceso en la legítima defensa mató, la pena será la del homicidio culposo, 5 a 10 años de prisión.

El célebre autor de Derecho Penal Sebastián Soler definió el exceso como "la intensificación innecesaria de la acción judicialmente justificada", o también como la situación que se produce "cuando el sujeto en las condiciones en que concretamente se halló, pudo emplear un medio menos ofensivo e igualmente eficaz".



Martes, 18 de abril de 2017