Lo revelo una encuesta. Se da más entre padres jóvenes. Muchos lo usan como incentivo o premio. Los nenes gastan sus ahorros en libros, electrónica, juguetes y salidas.
Por fortuna para los más chicos, la costumbre de hacerles regalos se mantiene firme. Lo que cambia son las formas. Y si antes recibir obsequios era sinónimo de sorprenderse al desenvolver paquetes, hoy ese acto se limita, cada vez más, a una entrega de billetes para que ellos mismos vayan a los negocios a adquirir sus propios regalos.

La costumbre, poco frecuente hace décadas, parece haberse afianzado. Tanto que, en la actualidad, el 50% de los padres de chicos de 6 a 12 años cuentan que sus hijos ya han recibido dinero de regalo en fechas especiales como el Día del Niño, Navidad y su cumpleaños. Mayormente de manos de abuelos, tíos y de los padres mismos.
Así lo reveló una encuesta de la Universidad Abierta Interamericana (UAI) hecha en exclusiva para Clarín. Pero la investigación, que incluyó a 400 familias de Capital y el Gran Buenos Aires con hijos pequeños, detectó que también en el día a día se volvió importante entre los padres el uso del dinero como una herramienta para educar.
En este campo, aparece otra “grieta”. Porque hoy el 48% de los padres, casi la mitad, dice haber dado dinero o regalos especiales para premiar comportamientos positivos de sus hijos, algo que el 52% restante de las familias rechaza en forma tajante (“estoy en contra”).

“¿Qué conductas premiaste de esa manera?”, les preguntaron a los padres “incentivadores”. “Que hayan colaborado con las tareas hogareñas” y “que se hayan portado muy bien" fueron los motivos más mencionados (54% de las respuestas). Luego, siguen las buenas notas escolares (46,6%) y las victorias en torneos deportivos (19,7%).

El efecto es que entre los regalos, los premios y algún vuelto que les permiten quedarse, los chicos van juntando sus pesitos. Así, hoy el 52% de los padres cuenta que sus hijos tienen ahorros. ¿En qué los gastan? Libros y revistas (61,2%), electrónica (60%), juegos y juguetes (55,4%) y salidas como el cine y el teatro (47,2%) son los principales destinos, cuentan. Ropa y calzado (43,3), figuritas (20,9%) y golosinas (12,5%) completan el ranking.

“Vemos chicos de 9 y 10 años que llegan a comprar con su propia plata. Suelen venir con alguien grande y eligen lo más tecnológico, lo más nuevo que salió y vieron en la tele”, comentaron en la juguetería Carrousel, de Belgrano.

Mientras, en el local, Aníbal buscaba un juguete para su hijo de 5 años. “Cuando cumpla siete u ocho años pienso empezar a darle dinero. Por ejemplo, si hace deporte o si le va bien en el colegio. ¿Por qué no? Sabrá que hacer las cosas bien tiene su premio”, anticipó, decidido, este vecino de Belgrano.

“Yo a mi ahijada la malcrío mucho. Cada vez que la veo le doy plata: 10 o 20 pesitos, lo que tenga encima”, agregó Hernán, que tiene 23 años y vive en San Martín. “Pero no se lo entrego en la mano –aclaró–. Le digo que traiga su alcancía y lo guardamos ahí. A veces está llorando y así se le pasa.” La encuesta marcó diferencias de género: el 55,6% de los papás da premios monetarios a los hijos, pero sólo el 42,1% de las mamás.

El estudio también mostró que el comportamiento tiende a crecer porque los padres más jóvenes son por lejos los más adeptos a regalar plata y los que más apuestan a premiar. Lo hace el 70% de los padres menores de 30 años, contra un 46% los “cuarentones” y sólo un 36% de los mayores de 50 años.

Ángel Elgier, director de la carrera de Psicología de la UAI, considera que dar dinero a los chicos a edades tempranas puede favorecer su capacidad de “planificar, razonar y tomar decisiones”. En cuanto a los premios, sugiere vincularlos a logros importantes: “Tiene que venir a partir de una conducta específica, como haber conseguido un 10 en matemática, para que el niño valore el premio”.


Viernes, 19 de agosto de 2016