ARIEL PEREIRA
Profundizan inserción social de personas en situación de calle
En un espacio donde alguna vez funcionó la Dirección de deportes el Municipio goyano abrió en mayo las puertas para que personas que no tuvieran donde dormir pudieran pasar la noche a cubierto. En los días en que la temperatura descendió por debajo de los 5 grados, el espacio apareció para darle lugar a una problemática social que no había tenido aún abordaje formal alguno. Ahora impulsan la creación de un registro, para tratar cada caso en particular y ayudarlos a conseguir trabajo.
Desde hace tres meses, en la segunda ciudad de la provincia comenzó a funcionar un espacio para albergar por las noches a quienes no tienen dónde dormir.
Aunque años anteriores habían existido iniciativas que proponían un acompañamiento a quienes pasaban frío y sin refugio, con la distribución de alimento caliente o café, el lugar se puso en marcha ahora bajo la órbita de la Dirección de Inclusión y Promoción Social y, desde que abrió sus puertas, quienes concurren allí a diario comenzaron siendo dos personas y ahora superan la docena. En el lugar -que abre sus puertas a las 20:30 hasta las 9 de la mañana y ofrece además duchas calientes, cena y desayuno- las normas son claras: no pueden ingresar personas narcotizadas o alcoholizadas, y solo se admite a aquellas que no tienen ni familiares o amigos a quienes recurrir. Ahora, tras los primeros meses de funcionamiento y decenas de gestos solidarios de la comunidad para apoyar la iniciativa, desde el Concejo Deliberante impulsan una segunda etapa para este proyecto: la creación de un registro que permita conocer con mayor amplitud la situación particular de cada uno de quienes acuden al refugio. “Comenzamos con una capacidad de 10 camas. Y actualmente son 7 personas las que concurren casi a diario, además de otras 7 que fluctúan”, detalló en diálogo con época Ariel Pereira, el referente de la comisión de Legislación que abordó el proyecto desde el inicio. “Se trabaja de lunes a lunes, porque con las temperaturas bajísimas teníamos que resolver ese problema de que hubiera gente sin lugar donde ir”, explicó. En ese sentido, Pereira apuntó que la intención de contar con un registro se orienta hacia “ir a la base del problema que tienen estas personas. Aunque la cantidad de gente va rotando, nos damos cuenta de que son personas muy trabajadoras, que necesitan respaldo para volver a tener una oportunidad de ganarse el sustento”, remarcó. “Al tener un registro, podría ser consultado por la comunidad cuando precisen trabajos de pintura, jardinería o trabajos temporales similares. Aunque sean changas, ya suma”, sostuvo. Además del personal del Municipio que se dedica a atender las necesidades del refugio, se cuenta con el apoyo de psicólogos, y planean impulsar en el futuro la incorporación de capacitaciones en oficios y otras herramientas que faciliten la reinserción social de las personas en situación de calle. “Algunas noches propiciamos charlas, para abordar de apoco algunos temas. Pero todo es progresivo”, explicó Pereira. “Al principio hay que atender la situación de la necesidad urgente. Y luego se puede poner en orden con un registro. Facilitar la atención médica, psicológica, y que estén más presentables”, describió el edil. Dentro del refugio, otra de las condiciones para la permanencia es que quienes acuden deben ducharse e higienizarse antes de sentarse a la mesa. “Se afeitan, se cortan el pelo. Se sienten más valorados, y de a poco pueden conseguir nuevas oportunidades. Se les pide que cuiden el lugar, que tiendan su cama, que barran”, relató.
Acciones solidarias Aunque desde la apertura se comunicó a entidades y organizaciones intermedias, como Cáritas y el Voluntariado de Goya, de la existencia del lugar para que derivaran allí a quienes más lo necesitaran, el refugio trabaja bajo la única órbita del Municipio. Pero, desde que abrió sus puertas, recibió también numerosas muestras de solidaridad de la sociedad goyana. Entre ellas, Pereira enumeró la donación de un televisor, para que las personas albergadas pudieran ver los partidos de la Copa América. También hay comercios locales que aportan alimentos para las cenas, y panificados para los desayunos. Un grupo de ex combatientes de la localidad acercaron la donación de ropas de abrigo, y hubo vecinos que aportaron una estufa, o cartones de leche. “Recibimos a quien quiera visitarlos, charlar con ellos. A veces vienen padres con niños, para que tomen contacto con esa realidad. A ellos los hace sentir integrados”, sostuvo al final.
Sábado, 6 de agosto de 2016
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