El ex regatista Carlos Mauricio Espínola recordó con “emoción” las cuatro medallas obtenidas en sus cinco participaciones en los Juegos Olímpicos, una producción que lo posicionan junto a la ex Leona Luciana Aymar como uno de los dos deportistas más condecorados de la historia argentina.

En la cercanía del comienzo de una nueva fiesta deportiva el ex cuádruple medallista olímpico realizó un repaso por su trayectoria y sus logros del pasado. “Hoy lo disfruto con mis hijos, contándoles lo que hacía ahí", relató Camau Espínola.

“Hoy lo puedo disfrutar desde otro lado. Obvio que me gustaría estar, pero lo disfruto con mis hijos, contándoles lo que hacía ahí. Lo vivo con emoción, recordando todo. Ahora es la etapa de valorar e interpretar lo que significa estar representando al país, lo que sienten los deportistas y el esfuerzo que hacen para llegar”, resaltó el ex deportista que fue abanderado de la delegación olímpica nacional en 2000 y 2004.
“La proximidad de los Juegos me trae los recuerdos de lo que es representar a la Argentina. Estar ahí, en el mundo que envuelve a la Villa Olímpica. El ambiente de amistad que existe, mas allá de la competencia que conlleva un Juego Olímpico”, contó Espínola en una entrevista con la agencia Télam.
El correntino tuvo su debut olímpico en Barcelona 1992, ocupando la 24ta. posición, pero en sus cuatro participaciones posteriores siempre ocupó uno de los tres lugares del podio.
Camau, apodo que proviene de las primeras letras de sus dos nombres, logró dos medallas de plata en los Juegos, en Atlanta 1996 y Sydney 2000, y otras dos de bronce, en Atenas 2004 y Beijing 2008, las dos primeras en la Clase Mistral (windsurf) y las dos últimas en la Clase Tornado, junto a su compañero de equipo Santiago Lange.
“Siempre trato de recordarlo y disfrutarlo, porque fueron muchos años de esfuerzo. Siempre fui una persona que me puse metas y objetivos nuevos, y eso me llevó a lograr todo lo que me planteaba en la vida”, manifestó. “Después de haber estado en tantos Juegos, me quedaron amigos alrededor del mundo y los valores que aprendí y trato de transmitirles a mis hijos”, aseguró.
“Lo que uno siente y lo que piensa estando en el podio cuando te ponen la medalla es único. Se viene a la mente todo el trabajo y la entrega de años para poder estar ahí. Cuando ves izar la bandera argentina es una sensación inexplicable. Por eso, son muchas cosas que me pasan por la cabeza al rememorarlo”, puntualizó.
Río 2016 tendrá un número récord de argentinos en yachting, con trece representantes en nueve categorías diferentes, y la particularidad de que Santiago Lange, su ex compañero, navegará junto a sus hijos Yago y Klaus sobre las aguas de la Marina da Gloria, ubicada en la Bahía de Guanabara.
“Me genera una alegría especial lo de Santiago y sus hijos que van a competir y compartir esta experiencia, pero también con el resto de los chicos que son parte de la vela y los conozco. Deseando que le vaya de la mejor manera y alentando a la distancia para que se sientan acompañados, porque cuando uno esta compitiendo afuera es bueno sentirse acompañado de los seres queridos y los amigos”, destacó.

Elogios al Enard
El ex intendente y actual Senador por Corrientes, que fue Secretario de Deportes entre febrero de 2014 y diciembre del año pasado, valoró que durante los primeros Juegos a realizarse en Sudamérica “Argentina tendrá la delegación más numerosa de los últimos tiempos, fruto de la creación del Enard”.
“El trabajo que se viene haciendo en los últimos años se ve reflejado con esta cantidad de representantes (hasta hoy 212 deportistas clasificados). Es la sumatoria del trabajo y de la creación del Enard, que permitió tener los recursos y continuidad en la preparación de los atletas”, aseveró.
“Ahora hay que seguir trabajando y generando los espacios de entrenamiento ya que se acercan los Juegos de la Juventud de Buenos Aires 2018, que serán un desafío importante para que muchos jóvenes puedan sumarse al deporte olímpico y, con el soporte que les da el Enard, puedan estar en condiciones de competir a nivel mundial”, consideró.
Espínola reclamó luego “aplacar el exitismo que tienen muchos argentinos cuando a un atleta no le va tan bien y entender que ese atleta dejó todo por representar al país de la mejor manera”.
“El deporte es así, se gana y se pierde. Quiero que a la delegación argentina le vaya bien y que gane muchas medallas, pero si no se puede, que haga otro escalón importante en cantidad de resultados importantes, como ya lo hizo con el número de atletas que nos van a representar. Eso nos va a permitir en otros Juegos tener mejores resultados y seguir motivando a los más jóvenes”, concluyó.

Lunes, 18 de julio de 2016