Un joven de 21 años llevaba el estupefaciente en una motocicleta. Fue interceptado por una patrulla policial de la que intentó escapar cuando iban a identificarlo por circular en forma sospechosa con las luces apagadas. Creen que sería un vendedor “minorista”.

Un presunto vendedor “minorista” de drogas fue detenido ayer después de intentar escapar de una patrulla de la Policía en el momento que iban a identificarlo porque circulaba de manera sospechosa en una motocicleta con las luces apagadas, en el barrio Molina Punta de la capital correntina.

Al cabo de una breve persecución apresaron al supuesto comerciante de estupefacientes, quien adentro de una bolsa que llevaba debajo de un buzo tenía tres paquetes tipo “ladrillos” de marihuana y decenas de tabletas de pastillas de Rivotril.

El procedimiento se produjo a la 0:30 en inmediaciones al cruce de las calles Empedrado y Punta Vidal, en la zona Noreste de la ciudad.

La persona identificada como Ariel G., de 21 años, alias “Huevo”, conducía una Honda CG Titán 150 sin las luces encendidas, algo que llamó la atención de efectivos de la Sección Investigaciones de la comisaría Decimoséptima, indicaron a época fuentes policiales.

LA ESQUINA DONDE HABRÍAN DETENIDO AL SOSPECHOSO.
LA ESQUINA DONDE HABRÍAN DETENIDO AL SOSPECHOSO.

Al toparse de frente con los policías, quienes dieron la voz de alto para que el motociclista frenara la marcha, el joven primero aminoró la velocidad y mediante una maniobra arriesgada volvió a acelerar tratando de escapar. La acción llevó a las autoridades a perseguirlo una corta distancia hasta lograr su detención. Una vez determinado que “Huevo” no estaba armado descubrieron en su poder al envoltorio plástico con paquetes plateados de los cuales emanaba olor a cannabis sativa.

LOS PANES DE MARIHUANA Y LAS TABLETAS DE “MEDICAMENTOS” INCAUTADOS.
LOS PANES DE MARIHUANA Y LAS TABLETAS DE “MEDICAMENTOS” INCAUTADOS.

También en la bolsa había cincuenta “blisters” de diez pastillas de Rivotril, cuya venta sin receta médica está prohibida y es conocido su uso como alucinógeno al mezclarla con bebidas alcohólicas. Luego del secuestro preventivo fueron convocadas autoridades de la Dirección de Toxicomanía para realizar el test que arrojó resultado positivo. Los tres paquetes contenían picadura de marihuana en un peso aproximado a los 2,800 kilogramos.

Acerca del supuesto vendedor de estupefacientes trascendió que registra domicilio a poca distancia de donde lo descubrieron, en el denominado barrio Docente.

El vehículo en el que circulaba tiene los papeles en regla y figura como de su propiedad. Por disposición del Juzgado Federal el presunto narco quedará encerrado en una celda de Toxicomanía.

Viernes, 6 de mayo de 2016