El Juzgado Correccional Nº 2 de Corrientes resolvió la restitución a su hogar del acusado y ordenó el inmediato desalojo de la vivienda. La Policía frenó el operativo al hallar a la denunciante de 77 años postrada en una cama con un grave problema de salud. Junto a la señora viven su hija y 6 nietos.

Una anciana de 77 años decidió denunciar a su esposo por violencia de género y en el 2014 logró que la Justicia fallara a su favor y ordenara la exclusión del hogar del acusado, Gabino Gómez. Ahora el Juzgado Correccional Nº 2 resolvió que el supuesto agresor no es una persona maltratadora y por efecto ordenó la inmediata restitución a su casa. Además estableció que se desaloje a las personas que residen en la vivienda.
Francisca Riquelme (77) vive en la casa en compañía de una de sus hijas y seis nietos. Ayer debía efectuarse el allanamiento por parte de la Policía. Cuando los efectivos llegaron al lugar se encontraron con la anciana postrada en una cama y eso impidió que se llevara a cabo el desalojo por la fuerza.
Según contó Susana Gómez, hija de Riquelme, la mujer fue víctima de violencia de género desde hace 49 años. Dejando atrás los miedos, decidió denunciar a su pareja y la justicia ordenó una exclusión del hogar.
Años después, desde los estrados judiciales, determinaron que Gabino Gómez “no es una persona maltratadora” y desde el Juzgado Correccional Nº 2 ordenaron el desalojo de toda la familia. “No puede ser que durante tanto tiempo mi mamá aguantó el maltrato y una jueza diga que mi papá no es maltratador. Todos nosotros vimos la situación y pasamos lo peor como familia”, añadió.
“Ahora se frenó todo, porque la Policía vio el estado en el que se encuentra mi mamá. Ella tuvo un ACV. Realmente necesita de atención. Toda su vida vivió enferma a causa de los quebrantos que le causó mi papá”.
“Vino la médico forense y constató que mi madre no está bien de salud. Ella no puede manejarse por si sola. Dónde va a ir, si le quitan su casa. Encima mi padre tiene su vivienda. Sabemos que reside en la localidad de El Sombrero. No entiendo por qué no nos deja vivir en paz. Yo me mudé con mi mamá porque no podíamos dejarla sola. Necesita atención y eso se confirmó esta mañana. Todos la vieron”.
“Mi mamá sufrió maltrato físico y psicológico toda su vida y nosostros, los hijos fuimos testigos de ello. Es por eso que no entendemos el fallo de la Justicia. Qué pretenden”, se preguntó Susana Gómez.
“Quién me asegura que cuando mi papá venga no la va a matar. Quién se va hacer responsable si algo pasa. Lo único que queremos es vivir en paz y que mi mamá pueda estar tranquila por el bien de su salud. Todo este tema la puso muy mal”.
La vivienda que se disputa la pareja judicialmente se encuentra ubicada en las 147 viviendas del barrio Nuevo. “No nos pueden desalojar con chicos menores de edad y una señora de 77 años que se encuentra enferma”, agregó la entrevistada a este medio.

Martes, 19 de abril de 2016