Desde hace años, la mortalidad infantil que se registra en Corrientes es la más alta del país. Los datos oficiales arrojan que 15,9 de cada mil bebés mueren antes de cumplir un año y 17,6 por cada mil, lo hace antes de cumplir los cinco años.

Corrientes tiene el peor indicador del país
El Ministerio dice que invertirán en equipo y recursos humanos en el interior con médicos comunitarios. No hay autocrítica por los índices.




Detrás de estas estadísticas, de por sí alarmantes, se esconden múltiples factores, pero lo más doloroso es que estos números tuvieron un pequeño rostro, un pequeño cuerpo y una vida que se extinguió deglutida por un sistema sanitario, social, económico y político tan cargado de falencias que golpeó y golpea más fuerte al más débil. La muerte de un niño por cuestiones que pudieron -y debieron- haberse evitado es una profunda cicatriz que, aunque permanece invisibilizada (hasta que aparecen las estadísticas, cada año), atraviesa de punta a punta a una sociedad sumida en la iniquidad. Ahora, luego de más de una década de permanecer entre las provincias con más muertes de neonatos y niños, la Provincia anuncia que reforzarán los recursos humanos y el equipamiento en el sector de Neonatología de varios hospitales en busca de reducir esos índices que la dejan en evidencia. “Yo lo dije cuando asumí y es uno de los puntos en los que se iba a trabajar fuertemente para tratar de revertirlo porque estábamos complicados en los indicadores”, señaló el titular de la cartera sanitaria de la Provincia, Ricardo Cardozo, quien se refirió al tema como si no hubiera sido el segundo al mando de la cartera sanitaria provincial en las últimas gestiones. Falto de autocrítica explicó que buscarán “cambiar algunas conductas de los médicos y de la gestión, de los sectores gerentes de los servicios, invertir en equipamiento y en recursos humanos. Eso parece muy vago pero eso ya se está reflejando en la Neonatología de Goya, donde hoy tenemos seis médicos neonatólogos trabajando. Vamos a invertir fuerte en la Neonatología de Virasoro, también en Santo Tomé, Curuzú y Mercedes”. “Estas medidas posibilitarán que nuestros neonatos, que son los que se nos están muriendo, no tengan que viajar a la Capital para recibir atención, con todo el riesgo que significa el traslado, a lo que se suma una sobresaturación de incubadoras en la maternidad, y que puedan con recursos humanos calificados ser tratados en su lugar de origen o cerca de allí”, señaló el ministro. Otro punto en el que prometió que podrán el acento será en la política de atención primaria de la salud, con la recuperación de los médicos comunitarios. “Ya tenemos la confirmación que a partir de este mes vamos a tener la recuperación de este programa; esto es importante porque el médico comunitario va a realizar la detección precoz en la embarazada y controlará que tenga todos los controles reglados. Muchas veces vienen las mujeres con el chico naciendo sin ningún control realizado y eso complica la morbimortalidad infantil”, adelantó. La provincia tiene 21 maternidades habilitadas en el sistema público. Sólo la que se encuentra en el Hospital Vidal es de muy alta complejidad y atiende a prematuros en casos extremos. Una categoría más abajo se encuentran las maternidades del Llano y Hospital “Camilo Muniagurria” de Goya, donde atienden a niños prematuros con menos de 34 semanas. Otros nueve centros son de mediana complejidad y ocho de baja complejidad que atiende partos de bajo riesgo.

Jueves, 7 de abril de 2016