Por estos días el hospi­tal pediátrico Juan Pablo II se encuentra en la tarea de reprogramar cirugías, dado que uno de los cuatro qui­rófanos con los que cuenta está fuera de servicio.
Dos salas de operaciones se destinan a las urgencias, y una a las que están programadas. No tienen definido cuándo se normalizará la situación.

Esta situación fue con­firmada a NORTE de Co­rrientes por el director de la institución, Alberto Braver­man, quien admitió que una de las mesas de cirugía tuvo que enviarse a reparación.

El hecho de que algunas operaciones que no reque­rían de urgencia fueron traspasadas, generó indig­nación y preocupación en muchos de los padres, quie­nes se comunicaron con este medio para informar de lo ocurrido. En realidad, la versión que circuló fue que directamente estaban inha­bilitadas las cuatro salas de intervención; de todos mo­dos, ese dato fue descarta­do tras consultar a distintas fuentes, entre ellas al propio titular del nosocomio.

Por ahora, hasta que la mesa de cirugía sea repa­rada en Buenos Aires, tarea que costará unos 25.000 pesos -una nueva ronda los 50.000 pesos- en el centro de salud infantil se están “arreglando” con los tres quirófanos restantes.

En ese sentido, el doctor Braverman explicó a este diario que dos de las salas de operación se destinan a cubrir la demanda de in­tervenciones de urgencia, mientras que la tercera se utiliza para las cirugías pro­gramadas: “No está todo paralizado, tenemos tres quirófanos. Si no hay tantas urgencias no debería haber tanto inconvenientes”, dijo. “Como la reparación podría demandar más de 15 días debido a los repuestos que deben llegar del exterior, se está cubriendo la demanda con un solo quirófano. Por ahora no tenemos proble­mas, pero en la medida en que se extiendan los plazos vamos a tener que ir co­rriendo fechas, espero que no tengamos que llegar a eso”, aseguró el director.

De todas formas, duran­te el mes de enero pasado hubo también una serie de reprogramaciones de las in­tervenciones en el centro de salud que pudieron haber motivado las versiones de paralización de las cirugías.

Al parecer, en el primer mes del año hubo una cir­cular oficial para que se tu­vieran en cuenta las fechas para las operaciones pro­gramadas debido a que la gran mayoría de los anes­tesistas se encontraban de vacaciones, pero desde el nosocomio aseguraron que durante febrero la si­tuación se habría norma­lizado debido al regreso de los especialistas, aunque sin duda hubo corrimien­tos de plazos con los incon­venientes en uno de los qui­rófanos que debió quedar inhabilitado hasta que se repare la mesa de cirugía.

Viernes, 4 de marzo de 2016