Las diferencias entre la joven y su suegra se volvieron insalvables. Cansada de pelear con la madre de Matías Alé, juntó sus cosas y se volvió a Córdoba. Continúan hablando, pero la reconciliación aparece como una posibilidad muy lejana.

Es bonita María del Mar. Primero eso: es muy, muy linda. Demasiado. Claro, detrás de esa carita de ensueño y ese cuerpo armonioso esconde muchos misterios. ¿Por qué es tan madura y segura con apenas 23 años? ¿Cómo hizo para que el imparable Matías Alé (38) sólo tuviera ojos para ella? ¿Qué papel jugó en la terrible noche del brote psicótico? ¿Por qué se lleva tan mal con Elena, la madre del galán? ¿Qué la llevó, unos días después de que el actor recibiera el alta, a dejar el departamento que compartían, subirse a un remís y volverse a Carlos Paz llevándose todas sus pertenencias, incluida una perra?
A ver qué dice ella: “Hablamos con Matías, él no quería que me fuera, pero después entendió. Me cansé de todo lo que está pasando. Exploté, toqué fondo y le dije que me iba”, comenzó relatando María a Paparazzi. Aunque poco, la joven deja la puerta abierta a una reconciliación. “Esta separación no es definitiva. Vine a despejarme, a estar con mi gente, a ver a mi sobrino, que está por nacer, y después veremos. Tal vez Mati venga para acá… tenemos cosas que charlar. Que su mamá esté en el medio no es lo mejor. Ellos ahora están hablando, veremos qué pasa después de todo esto. Ella tiene que entender cómo son las cosas”.
En la historia, Elena quedó en el ojo de la tormenta. “Con ella estaba todo bien hasta que le contamos que nos íbamos a casar. No nos hablamos más. Intenté comunicarme con ella para poner paz, pero no pude emitir palabra. Comenzó a insultarme y a decir cosas feas, hasta dijo que era parte de una secta”. ¿Podrán salir de este embrollo? Otro misterio.

Lunes, 1 de febrero de 2016