La pareja sigue adelante con la relación y trata de preservarla ante tanta exposición mediática. La bailarina conserva su ilusión de ponerse las alianzas, pero el productor de Showmatch le escapa a la propuesta.

Tal vez sean una de las parejas más mediatizadas de la actualidad. No por ocuparse ellos, precisamente, de andar mendigando cámara. Lo son por el simple hecho de formar parte de un programa de altísima popularidad en la televisión argentina. Por supuesto que hablamos de Showmatch, el hogar artístico que cobija desde hace un largo trecho al Chato Prada y que, a través de la pista del Bailando, le ha dado un lugar de privilegio a la novia del productor, Lourdes Sánchez. Así como ninguno de los dos se ufana de su presente profesional mientras están codo a codo con un número uno como Marcelo Tinelli, en la vía pública también se muestran cordiales y hasta simpáticos.

No es común que gente de la farándula que actualmente esté jugando tan arriba sonría cuando advierten la proximidad de un fotógrafo, lo cual, desde luego, les anuncia que en unos días nomás estarán apareciendo en alguna revista. Tampoco es tan frecuente que, al ver la luz del flash acercarse, opten por motorizar ellos mismos la escena con un chiste y un gesto cómplice cargado de humor. Se ve que disfrutan de la fama, que no la padecen.

Y, obviamente, también disfrutan de lo bien que les va en el amor. La correntina lo ha dicho varias veces. Jamás lo ocultó y afirmó que está esperando que Prada le proponga casamiento. Evidentemente, la bailarina se ha enamorado fuertemente del Chato y considera que ya ha llegado el momento de ponerse los anillos. Sin embargo, su pedido no fue correspondido. Por lo menos en los hechos. El productor, se sabe, tiene una hija grande de un matrimonio anterior y si bien la onda entre la joven y Lourdes es muy buena, cierto es que hasta ahora ha esquivado el bulto. De todos modos, Lourdes se mantiene firme al lado de su novio. “La verdad es que estamos viviendo como eternos novios porque sinceramente él elude hablar de casamiento. Es un tema que directamente no se toca”, se sinceró Lourdes que, como se sabe, no tiene filtro y cuando se expresa lo hace sin analizar previamente sus palabras. Es sincera, claro. Y aunque le cuesta, acepta las reglas del juego. Entre las prioridades del Chato no figura una boda. Sí, amarla y quererla, aun sabiendo que posiblemente el “Sí, quiero” represente una meta que él ve bastante lejana.

Domingo, 13 de diciembre de 2015