PALMAR GRANDE
Unas 38 familias de Blanco Cué ya tienen sus títulos de propiedad
En un mes podrían terminar el trámite. Después de tan emotivo momento los beneficiarios disfrutaron de un almuerzo comunitario.
Después de 42 años unas 38 familias de Blanco Cué, paraje ubicado en cercanías de la localidad de Palmar Grande, departamento General Paz, recibieron formalmente las constancias de títulos de propiedad. El día tan ansiado por muchos llegó en el marco de una breve, sencilla y emocionante ceremonia realizada en la vivienda de Ignacio Cabrera, más conocido por todos como “Felipe”, quien cedió su patio delantero para que sus vecinos del paraje recibieran sus respectivas constancias. El acto consistió puntualmente en la “firma de escrituras y entrega de copia de título en trámite” para que, de esa manera, los beneficiarios tengan consigo una constancia de que el título original está a punto de llegar a sus manos, previo asentamiento en los organismos correspondiente que acreditarán su posesión legal. Antes de la entrega, la responsable del área de Regularización Dominial, Marisa González, explicó brevemente todo lo que se fue haciendo en estos últimos años para arribar a esta instancia, “una lucha de varios años para que hoy se concrete con la firma de los títulos por parte de los beneficiarios”.
OTROS SE ACERCARON A LO DE IGNACIO CABRERA. OTROS SE ACERCARON A LO DE IGNACIO CABRERA.
También el intendente de Palmar Grande, Sandro Pérez, figura fundamental como nexo durante el último tramo del proceso, les manifestó de entrada que todos eran “testigos de que hace más de cuarenta años se estaba haciendo este trámite” y, al igual que la doctora González, les transmitió que “hoy las escrituras ya están, el título también y es una gran oportunidad porque no tienen que pagar. Sólo tienen que acercarse, es la voluntad de ustedes nada más y el beneficio es para todos”, dijo.
Un poco de historia No fue un día cualquiera para la mayoría de las familias de Blanco Cué, paraje que se fue constituyendo hace medio siglo en 96 hectáreas de tierra arenosa y lagunas, y que fue creciendo con la constitución de las familias asentadas y sus posteriores generaciones. Propiedad de los hermanos Juan Carlos y Mateo Jensen, esta tradicional familia de la zona había decidido en 1973 donar esas tierras a sus pobladores pero éstos nunca pudieron escriturar sus propiedades a pesar de tener la posesión de las mismas. Pasó el tiempo y, por la falta de pago de impuestos, los propietarios recibieron un juicio de apremio de esas tierras que creían eran ya propiedad de sus pobladores. Corría el año 2011 y allí, ya los herederos de los Jensen, acordaron con la Provincia la cesión de las 96 hectáreas en cuestión a cambio de que el Estado correntino se haga cargo de la deuda impositiva y se las entreguen a quienes la habitaban desde entonces. Así se inició un complejo trámite que fue ejecutado a través del Área de Regularización Dominial del Ministerio de Producción que, amparado primero en la Ley 5836 y luego en la 6211, arrancó desde cero con el proceso regulatorio que incluyó visitas a los pobladores para el censo correspondiente y su certificación. En un largo trajín de trámites legales, ya se confeccionaron los títulos de propiedad y las constancias entregadas a sus dueños, que en breve podrán tener en poder sus títulos tras ser asentados en la Dirección Provincial de Catastro y el Registro de la Propiedad, respectivamente.
Jueves, 26 de noviembre de 2015
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