Según Justo Javier Canteros, abogado de la familia Aquino, “hay una prueba de ADN muy importante para la causa, que puede involucrar o descartar a los sospechosos”. Las pruebas fueron recogidas el 1 de agosto, cuando el joven estudiante de agronomía fue atacado y asesinado a puñaladas por dos motochorros.

En esta primera instancia alrededor de 10 testigos fueron citados a declarar. Respecto Melisa Arrúa, la joven que acompañaba a Maximiliano cuando se produjo el hecho, Canteros dijo que “a diferencia del resto de los testigos, Melisa pudo dar datos certeros ya que estuvo en todo momento, pero hay detalles que no pudo precisar por la inmediatez de los hechos”.


En cuanto al estado de salud de la joven, el abogado comentó que “ella está atravesando por una situación complicada, se quebró en la audiencia y hubo que cortar un rato para calmarla, lo que denota que está con un estado psicológico alterado por la gravedad del hecho”.


Por otra parte Canteros relató que están esperando que se presente a declarar un joven que minutos antes del crimen, había sido asaltado en el Parque Mitre. Estos arrebatadores podrían ser los mismos que mataron a Maximiliano aquella trágica madrugada.

Jueves, 3 de septiembre de 2015