Ocurrió ayer a la mañana. El interno Marcelo Encinas, de 38 años, condenado a prisión perpetua por un homicidio, quiso terminar con su vida. Tomó la decisión debido a que hace un mes que no lo dejan recibir visitas. Tras una larga negociación desistió y se reunió con el fiscal en turno.

Un interno de la Unidad Penal Nº 1 subió a los techos y durante tres horas amenazó con arrojarse al vacío en protesta por una sanción que le aplicaron tras haberse hallado droga en su celda. Hacía más de un mes que no lo dejaban recibir visitas. Finalmente tras una negociación decidió desistir con la condición de ser trasladado y no recibir golpes.
El hombre, identificado como Marcelo Encinas (38), se escapó del psicólogo y subió hasta el techo donde mantuvo en vilo a todo el servicio penitenciario. El reo que cumple cadena perpetua por un homicidio y fue alojado nuevamente en la cárcel luego de haber mantenido una reunión con el fiscal en turno, decidiéndose no realizar ninguna exposición policial para no agravar su pena. El doctor Alejandro Botini es el negociador de la Policía de la provincia, quien se subió al techo de la Unidad Penal Nº 1 y convenció a Marcelo Encinas de no suicidarse.
“En esas tentativas suicidas de personas privadas de su libertad hay un protocolo de acción establecido, se cumplen los pasos y en este caso ganó la vida y se logró que deponga la actitud de quitarse la vida”, expresó en Radio Dos.
“Aproximadamente a las 9 inició el incidente y cerca del mediodía se logró el acuerdo.
“Se hizo el nexo con el Poder Judicial y el Ministerio Público, y ahí se canalizaron los pedidos del interno que estaba en buen estado de salud. Bajó íntegramente, sin lesiones ni rasguños, se ubicaba en espacio y tiempo, tenía que ver con reclamos que realizaba”, manifestó.
Al ser consultado sobre cómo estaba el interno, contó que “estaba calmo en general, dentro de la suicidiología, a veces se consensúa porque la persona ya tiene ideado el plan suicida, ingresa en un clima de letargo y para nosotros cuando nos dice que se va a tirar es porque se va a tirar, por eso pedimos ambulancias y bomberos”, explicó.
“Tenía una serie de reclamos que también involucraban a otros internos, y la persona que tenía que ver con el régimen de visitas y otros ítems. Nosotros canalizamos el pedido a través del Ministerio Público”, señaló.
“El Servicio Penitenciario tiene un protocolo, se cumplió ese protocolo y luego de que el interno estuvo en la Justicia, fue trasladado a su celda, no a otra unidad”.

Miércoles, 17 de junio de 2015