Carolina, Edith y Sara, coincidieron en contar intentos de estafas telefónicas de las que fueron víctimas semanas atrás. Les decían que habían ganado becas de estudio, promociones de tarjetas, o un nuevo servicio de cable.

“A mí me llamaron al teléfono fijo, sabían mi nombre, número de DNI, me dijeron que salí sorteada en una beca, querían el número de mi tarjeta, no le di, porque me dijeron que era si quería estudiar, le dije que no podía y le corté”, contó Edith.

“Solo me dijeron que salí sorteada, no me dijeron de qué instituto ni nada, era una beca para estudiar mesoterapia, peluquería, ese estilo de cosas”, detalló en Radio Dos.

“Los que me llamaban sabían todo de mí, datos concretos, hace una semana más o menos me llamaron. Me preguntaron por mi número de tarjeta, le dije que no me acordaba y me dijo que me esperaban, pero les corté”, señaló.

Por su parte, Sara contó: “me pasó en dos oportunidades, me llaman primero del Banco Macro por una promoción de una tarjeta por tres meses, tenían mis datos, pero me pareció raro porque la llamada entró como número desconocido, me pidieron los datos y dudó de mí dirección y le digo que no era posible que tengan mal mi dirección si ellos ya tenían mis datos, y me dijo que tenga a mano mi tarjeta”.

“Le dije que iba a ir al Banco Macro yo misma, a averiguar yo no más, y ahí como que se enojó el chico y le corté”, detalló.

“Una semana antes me llamaron de Cablevisión y no tenían todos los datos precisos, y me pedían mi número de tarjeta, le dije que iba a averiguar bien porque tengo con débito, pero no me llamaron más”, expresó Sara.

También Carolina, contó cómo le estafaron a su mamá a través de una llamada telefónica “hace dos o tres meses le llamaron a mi mamá, ella es adicional a mi tarjeta de crédito, le dijeron que se ganó una beca, sabían que es jubilada, sabían su nombre, dirección, todo, ella no sabe leer ni escribir, le pasó el teléfono a mi cuñada para que le pase el número de la tarjeta y todo lo que le pedían, porque supuestamente era para mandarle un regalo, y ella había elegido una parrilla”.

“Al rato me llega por mensaje a mi celular de que hicieron con su tarjeta tres compras, una de 2000, otra de 1500, y así, que sumaban en total 5500 pesos, todo en un ratito”, detalló.

“Entonces le llamo a mi mamá y me cuenta lo que le dijeron, fui a Naranja, traté de arreglar el tema, al siguiente mes le llamaron otra vez de un seguro que costaba 350 pesos por mes, y de Aldeas Infantiles de 150 pesos por mes”, comentó.

“Arreglé todo gracias a Dios, porque soy la titular de la tarjeta y como hicieron todo por teléfono me reconocieron que fue una estafa”, afirmó.

Viernes, 29 de mayo de 2015