Se trata del cauce que comienza en la avenida Juan de Garay y finaliza en el río Paraná. A través de la Secretaría de Infraestructura, la gestión del intendente Fabián Ríos inició los trabajos de desobstrucción y ampliación del vertedero que hace 20 años no recibía mantenimiento adecuado.

El canal desagota los líquidos pluviales de los barrios Quilmes, Villa Juan de Vera, Patono, Juan XXIII, Pío X, Santa María y parte del Galván.


A través de la Subsecretaría de Servicios Públicos, dependiente de la Secretaría de Infraestructura, el Municipio capitalino realiza trabajos de limpieza, ensanchamiento y extensión del principal canal de desagüe natural que se inicia en el barrio Villa Juan de Vera, atraviesa el barrio Quilmes y desemboca en el río Paraná.

Se tratan de tareas enmarcadas en el programa de obras delineadas por el intendente Fabián Ríos, que buscan mitigar problemas de anegamientos en la zona suroeste de la Ciudad de Corrientes.

En el inicio de esta semana retroexcavadoras y operarios municipio procedieron a la desobstrucción y ensanchamiento del canal natural, que se inicia en la intersección de calle Irala y avenida Juan de Garay (en el límite de los barrios Juan de Vera y Quilmes) y desagua esa zona de la ciudad hacia el río Paraná.

El Subsecretario de Servicios Públicos del Municipio, Carlos Alarcón, comentó que “el canal estaba totalmente obstruido y según los vecinos de la zona, hace más de 20 años no se realizaban las tareas de limpieza y mantenimiento pertinente. Por esa razón se producían anegamientos en la zona, aún cuando caía poca cantidad de lluvia”.

El ducto natural desagua líquidos naturales de barrios tales como Quilmes, Villa Juan de Vera, Patono, Juan XXIII, Pío X, Santa María, Galván, entre otros comunidades de la zona. Se extiende a lo largo de 700 metros, desde la avenida Juan de Garay hasta el río Paraná.

Los responsables de la obra, que ya avanzó en los primeros 200 metros, informaron que la intervención demandará además la corrección del curso del canal en algunos sectores, habida cuenta de la acción de socavación que las aguas fueron haciendo en varios trayectos; lo que originó la obvia preocupación de los vecinos propietarios de terrenos linderos.
Con la salvedad de tener en cuenta las inclemencias climáticas, se prevé que la limpieza total demandará –por lo menos- una semana de trabajo.

Miércoles, 11 de febrero de 2015