POR LA CRECIENTE
Vecinos molestos por la recientes lluvias
No debe ser un dato menor para el Intendente Fabián Ríos, y sus funcionarios en la administración municipal, la creciente bronca vecinal por el desastroso estado de las calles de tierra. El tema ya fue motivo de análisis en este mismo espacio semanas atrás, y debido a reiteradas quejas y a la casi nula respuesta oficial, amerita un nuevo llamado de atención, que no pretende sonar o parecer una crítica facilista.
Las recientes lluvias (pocas, pero inesperadas e irregulares) han provocado nuevos imponderables en toda la traza de las calles de tierra en distintos sectores de la ciudad. La respuesta es nula por obvias razones: no hay un esquema concreto de trabajo por implementar, habida cuenta de la política de la actual administración de darle prioridad al enripiado de los troncales, so pretexto de terminar con un esquema de mantenimiento que siempre fue deficitario o ineficiente.
Desde lo técnico la respuesta es la misma que la realizada en el mismo artículo tiempo atrás: no estaría mal enripiar todas las calles, pero suena como algo casi imposible. Es entonces cuando surge la repregunta: ¿se seguirá con ésta política que solo redunda en nuevas y repetidas quejas?.
En la comuna, por estos días de tranquilidad espasmódica, no hay quien o quienes precisen un plan al respecto. Y aunque la cuestión no sea ‘de estado’, está claro que Fabián Ríos es lo suficientemente práctico e inteligente para saber y entender que el malhumor social puede ir en detrimento de sus justificadas aspiraciones políticas.
En los barrios, si bien se destaca el avance del pavimento y otras concreciones, el problema puntual del mantenimiento de calles de tierra está por encima de cualquier otra queja. Y la calle en mal estado conlleva un montón de cuestiones que la Municipalidad (mejor dicho, sus funcionarios) no deberían obviar.
Las quejas siguen. Las respuestas faltan. Los pozos siguen sumándose.
Martes, 6 de enero de 2015
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