Un menor de edad fue protagonista de un hecho de tránsito que por poco no fue tragedia. Ocurrió ayer a la mañana en el barrio Pirayuí, cuando el joven conducía un utilitario a gran velocidad y en aparente estado de ebriedad, y por causas que se tratan de establecer perdió el control del rodado y se estrelló contra una casa. No hubo que lamentar personas heridas.

El hecho ocurrió por calle Cuba al 6.200 aproximadamente, en un lugar donde no existen curvas o una esquina que dificulte el desplazamiento de los automovilistas. Allí el menor a bordo de una camioneta marca Fiat Fiorino habría colisionado contra un montículo de tierra y luego impactó violentamente contra una de las casas de la cuadra, mientras sus moradores dormían.
"Nos despertamos re mal por el ruido", contó la propietaria del inmueble quien recordó que al salir se encontraron con el rodado incrustado contra la columna de su casa y el conductor del mismo en evidente estado de ebriedad. "El conductor estaba borracho, no se podía parar", aclaró.
De acuerdo a los datos aportados por la damnificada, el conductor de la camioneta no tendría más de 16 años y además manejaba a muy alta velocidad.

PADRE VIOLENTO

Mientras el lugar se poblaba de vecinos y efectivos policiales que acudieron al lugar para realizar las primeras investigaciones del hecho, entró en escena un hombre que dijo ser el padre del chico accidentado, quien también evidenciaba estar bajo los efectos del alcohol y de manera violenta comenzó a insultar a todas las personas que se encontraban en la zona. Finalmente el sujeto fue reducido por la Policía y trasladado a la dependencia policial, en tanto que el jovencito que guiaba el utilitario fue derivado al hospital Escuela con algunas lesiones leves.

Miércoles, 29 de octubre de 2014