Las mujeres de Maradona viven protagonizando polémicas. Su ex novia Rocío Oliva, desterrada de Dubai, logró la tapa de revista que alguna vez supo conseguir Ojeda, hoy en silencio. En esta nota, todo el análisas de su situación con la mirada de Rodrigo Lussich.

Verónica Ojeda está en su casa de Ezeiza, pero la pregunta de esta nota en realidad se encuentra referida al silencio de la ex mujer de Maradona y madre de su hijo, quien se llamó a silencio total después de la pérdida de su último embarazo.

Al revés de la ahora multi mediática Rocío Oliva, Ojeda no da más notas ni habla en las revistas. Tuvo su tapa de Gente mucho antes que la novia de Maradona, y atraviesa con su ex un pleito paralelo porque nunca quiso arreglar una división de bienes y una cuota alimentaria para Diego Fernando.

El año pasado había acordado con su ex un arreglo que incluía una suma mensual y otras condiciones: aceptaba dejar la casa El Perfume en Ezeiza a cambio de que Maradona le comprara otra, y además había otras condiciones referidas a los autos de alta gama y varios items más. Ella nunca lo quiso firmar y todo se fue complicando. Su viaje a Dubai para avisarle de prepo a Maradona que iba a tener otro hijo suyo -el nunca la atendió- fue una pésima idea. El supuesto padre nunca creyó, como muchos, en ese embarazo que finalmente no llegó a buen puerto.

Desde entonces Verónica Ojeda no habla más con la prensa mientras que Rocío Oliva paso a primer plano echada de Dubai, acusada de ladrona y peleada con el entorno del 10.

Ambas están casi desalojadas y con la amenaza de quedar en la calle, aunque Verónica Ojeda marca la diferencia a favor: ella tiene un hijo reconocido por Maradona, por primera vez desde Dalma y Gianinna, y eso cambia las cosas.

En su silencio de radio, poco se sabe acerca del trato con su ex. Muchos la imaginan volviendo a Dubai con su hijo y reiniciando su relación con Diego después de las humillaciones y las polémicas. Dicen que es su sueño secreto y no tan secreto, y que no estaría tan lejos de cumplirse.

Viernes, 30 de mayo de 2014