Julio César Gregorio y su esposa Miriam Gladys Yanevich comparecieron ante el Tribunal. Se mostraron acongojados y dolidos por la tragedia. Están convencidos de que su hijo no cometió el doble homicidio. La mujer pidió disculpas a la familia Barrios Castillo y dijo que la relación de los hijos era excelente.

Acongojados y sin poder contener el llanto, los padres de Gastón Gregorio declararon ayer en el juicio donde se investiga el asesinato de Rocío Castillo (17) y Matías Gregorio (16). Ambos se quebraron emocionalmente en varias oportunidades en sus relatos, pero se mostraron convencidos de que su hijo Gastón no cometió el doble homicidio. El matrimonio expresó su deseo de descubrir la inocencia del acusado.

El primero en comparecer fue Julio César Gregorio. Ni buen comenzó el acto de indagatoria le preguntaron si conocía a Rocío y estalló en llanto, “si la conocía era la novia de mi hijo Matías”, dijo. Cuando pudo reponerse manifestó su interés de que se compruebe la inocencia de su hijo Gastón. Eso provocó la risa con sorna en familiares de Rocío. El presidente del Tribunal llamó la atención y amenazó con hacer desalojar la sala en el caso de que haya otra manifestación similar.

El testigo recordó el momento en que encontró a su hijo y Rocío muertos en una de las habitaciones de su casa en la mañana del 28 de noviembre de 2011. Dio los detalles de las acciones que realizó tras el hallazgo. En tanto aclaró que no se interesó en saber dónde se encontraba su hijo Gastón en ese momento. “Por mi cabeza pasaba la idea de que habían ingresado intrusos en la casa”, manifestó.

Sin embargo el testimonio más desgarrador de la jornada fue el de Miriam Gladys Yanevich, madre del acusado y de una de las víctimas.

“Quiero que se haga justicia. Mi hijo es inocente. Sé que Gastón es incapaz de hacer una semejante cosa. No sé lo que pasó. Si él hizo algo es porque algo le pasó. He tratado con especialistas para encontrar una explicación”.

En tanto reveló en medio de una crisis nerviosa, “si le pasó algo fuera de lo normal. Mi hijo pudo haber sido, pero es imposible que lo haga”.

Se refirió al suceso al igual que el marido pero más habló de lo difícil de sobrellevar la situación.
“Nuestro recorrido semanal es ir al cementerio y luego a la comisaría a ver a Gastón los fines de semana. Le brindamos todo el apoyo y la contención. Sé que esta tragedia que nos pasó, lastimó y mató a pedazos a la familia Barrios y Castillo”.

“No sabemos cómo seguir y estar en pie. Es imposible olvidar a Matías y tenemos que pelear por Gastón y Contener a Guido (su otro hijo)”. Por último destacó que la relación entre sus hijos era excelente.

Los relatos de la pareja conmovieron y emocionaron hasta las lágrimas a Gastón Gregorio.
También compareció ayer Guido Gregorio. El joven de 21 años recordó que el día que se conoció la tragedia, llegó a su casa luego de asistir al boliche y al dirigirse a su habitación encontró rastros de sangre. Fue así que al dirigirse a la habitación de Matías lo halló muerto junto a Rocío.

Su relato tuvo algunas contradicciones. Pero se encargó de aclarar las confusiones.
En la audiencia declararon además tres vecinas que no aportaron mucho a la causa.
Ellas fueron Nélida Barrientos de 74 años, Margarita Rodríguez de 60 y Gabriela Villordo de 25 años.
A Barrientos se le exhibió el cuchillo secuestrado durante el operativo policial. Es que fue encontrado un pasillo cerca de su domicilio. La mujer reconoció el arma como la misma que la Policía confiscó en la oportunidad. El debate sigue hoy a las 17 con más testimonios.

Fuente y foto: Diario El Litoral

Martes, 20 de mayo de 2014