La medida de la justicia federal tam­bién alcanzó a la ex pareja de la pro­pietaria del campo donde se halló una pista de aterrizaje clandestina.

La semana pasada fueron secuestrados en una pista de aterrizaje por personal de la Gendarmería Nacional, más de 132 kilos de marihuana y siete personas que­daron detenidas en Paso de los Libres. El Juzgado Federal de Formosa, a cargo de la jueza chaqueña Zuni­lda Niremperger, había ordenado realizar tres allanamientos en domicilios particulares y otro en un cam­po privado lindante al Aeropuerto de esa ciudad fronteriza. Los gendarmes hicieron un rastrillaje por el campo, el cual tiene una pista de aterrizaje y un hangar, donde secuestraron 132,889 kilos de marihuana distribuidos en 131 paquetes. Los efec­tivos también se in­cautaron de dos avio­netas, dos lanchas, cuatro camionetas y un auto.
La Justicia Federal proce­só con prisión preventiva a la propietaria de la estancia “Santa María del Aguapey” en el marco de la causa que investiga las actividades de un grupo de personas acu­sadas de tráfico de estupe­facientes que a fines del año pasado fueron detenidas en ese previo privado ubicado en Santo Tomé, en un megaoperativo denominado “Ciervo Blanco” realizado por Gendarmería Nacional. La medida judicial dispuesta ayer por la jueza de Paso de los Libres Gladis Mabel Bor­da, alcanzó a un hombre que hasta hace poco era la pareja de la dueña de la estancia.
Se trata de Hilda Calabrese, quien fue hallada respon­sable del “almacenamiento, distribución, transporte y tenencia de estupefacientes para su comercialización” (artículo 5, inc. C de la Ley 23.737) agravados por el nú­mero de personas de tres o más personas en concurso real con asociación ilícita (art. 210 del Código Penal), delitos que contemplan una pena -en caso de ser conde­nada en un juicio oral- de entre 6 a 30 años de prisión. También se ordenó la inhi­bición de todos sus bienes y el traslado de la acusada a una unidad penal federal.
Además, la jueza Borda procesó a Florentino Niemiz por el mismo tipo penal anterior pero le endilgó el carácter de “organizador” (artículo 7 de la Ley 23.737), por lo que enfrentaría en un juicio oral, una posible pena que va de entre 10 años y 8 meses a 36 años de prisión. En febrero pasado, la Justicia Federal de Paso de los Libres ordenó el procesamiento de seis hombres y una mujer, acusados de formar parte de esta banda.
La causa se inició con el secuestro de más de 300 kilos de cocaína que fueron hallados en una avioneta que aterrizó en una estancia ubicada en la Ruta 40 en la localidad de Santo Tomé, a mediados de noviembre de 2013. La droga, proveniente de Bolivia, era transportada en un avión Cessna 200, que apenas aterrizó fue rodea­do por una treintena de gendarmes, que llegaron al lugar escondidos en un camión térmico.
Simultáneamente, ha­bía aterrizado en el esta­blecimiento rural un he­licóptero de Gendarmería Nacional con oficiales y más efectivos para reducir a los presuntos miembros de la banda de narcotrafican­tes.
Según había explicado el fiscal de la causa, Benito Pont, en ese allanamiento dispuesto por la jueza fe­deral Borda se hallaron tres avionetas más y diversos tipos de vehículos. En la es­tancia se encontró también un taller con todo tipo de herramientas y equipamien­to para adaptar aviones y au­tos para el traslado oculto de la droga.
“Tenían una logística im­portante”, había señalado Pont, a la vez que enumeró: una pista de aterrizaje de mil metros “muy bien he­cha”.
LAS TRES AVIONETAS SECUESTRADAS EN EL PROCEDIMIENTO DE NOVIEMBRE PASADO.
La medida la dispuso la jueza federal de primera instancia de Paso de los Libres, Gladis Mabel Borda.

Viernes, 25 de abril de 2014