Hace 100 años, una joven pensó en la necesidad de las mujeres y decidió crear el tan amado corpiño. Con solo 19 años y desde Nueva York, salió a la luz la versión más cómoda del corset.

La joven Mary Phelps Jacob pensó que debía buscar una opción más cómoda para las mujeres, motivo por el cual sacó un registro de un sujetador, que reemplazaba al corset con varillas de filamento de ballena, ballenitas, usado hasta entonces para levantar el busto y afinar la cintura.

Allá por 1974, se pensó en un sosten cortado debajo del pecho y atado con un par de tirantes, cuya patente vendió a un fabricante por 1500 dólares.Así, el corpiño se convertía en una opción más cómoda y barata que el corset.

El negocio, que con el paso del tiempo se convirtió en el mejor, Jacob emprendió en el mundo del comercio con el nombre de Caresse Crosby. Tiempo después vendió la patente por 1500 dólares a los hermanos Warner Corset Company, quienes recaudaron 15 millones de dólares en los siguientes 30 años.

Jueves, 13 de febrero de 2014