La presidenta, Dilma Rousseff, calificó de "pesimistas" y "caraduras" a los opositores que denunciaron un "agotamiento" del modelo económico iniciado en 2003 por el gobernante Partido de los Trabajadores (PT).

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La mandataria se expresó así al hablar en el festejo de los 34 años de fundación de esa fuerza, y cuando faltan ocho meses para las elecciones generales en las que buscará su reelección.

"Ellos son caraduras, al afirmar que el ciclo del PT se acabó. Estos pesimistas ahora aprovechan algunos desequilibrios de la coyuntura internacional -muy difícil para todos los países- para afirmar que ha llegado el fin del mundo", sentenció Rousseff.

Agregó, citada por la agencia DPA, que "el fin del mundo sí ha llegado, pero llegó para ellos, y esto pasó hace mucho".

La mandataria sostuvo que denunciar el agotamiento del modelo de desarrollo adoptado desde hace más de una década por el PT -basado principalmente en la reducción de la pobreza y la consecuente ampliación del mercado consumidor interno- "es más que una mentira, es un ataque al sentido común y a la autoestima de los brasileños".

"Ellos insisten, realmente insisten en no ver que estamos logrando construir ese nuevo Brasil sin renunciar a nuestros compromisos con la solidez de los fundamentos macroeconómicos, con control de la inflación, equilibrio de las cuentas públicas y caída de la deuda neta del sector público", sostuvo.

"Estos pesimistas ahora aprovechan algunos desequilibrios de la coyuntura internacional -muy difícil para todos los países- para afirmar que ha llegado el fin del mundo" Pese a que Rousseff se abstuvo de nombrar a los blancos de sus críticas, su discurso fue interpretado por analistas políticos como un ataque a sus potenciales rivales en los comicios de octubre, el senador socialdemócrata Aecio Neves y el gobernador de Pernambuco Eduardo Campos, del Partido Socialista Brasileño (PSB).

Ambos han dejado en claro en los últimos meses que basarán sus campañas políticas en la defensa de la necesidad de corregir los rumbos de la política económica para crear un modelo "nuevo", capaz de reactivar la economía brasileña, que acumula tres años consecutivos de bajo crecimiento.

Por su parte, el titular del PT, Rui Falcao, consideró que sería una "gran equivocación" pensar que la reelección de Rousseff está garantizada, pero enfatizó que la permanencia en el gobierno de la presidenta es un "objetivo ineludible" del partido.

El dirigente, al hablar anoche en el festejo del PT, realizado en el Centro de Exposiciones y Convenciones de Anhembí, en San Pablo, afirmó que el camino para conseguir el triunfo en octubre y dar continuidad a las "transformaciones" iniciadas por Luiz Inácio Lula da Silva, es "sin arrogancia y sin subestimar a los adversarios".

Falcao también advirtió que el partido gobernante es víctima de "una campaña sórdida y negativa" de parte de la oposición, enfocada en "cultivar inseguridad, incertidumbre, pesimismo y hasta miedo del pueblo".

Miércoles, 12 de febrero de 2014