El 'Rojo' jugó mejor que su rival y por los goles de Zapata y Parra, ambos con la complicidad de la defensa visitante, superó 2-0 a la "Gloria", en un partido que estuvo suspendido algunos minutos por un fuerte temporal. El elenco de Avellaneda quedó a un punto de Crucero del Norte, último equipo en puestos de ascenso.

Inflador anímico. Obrero incansable. Detallista obsesivo. El trabajo de Omar De Felippe puede asociarse a distintas maneras de trabajar, pero lo cierto es que con su fórmula logró dar un vuelco impensado en el rendimiento de Independiente. Los malos resultados, el magro juego y tantos otros cócteles políticos llevaron a que el equipo esté en el descenso. Pero la llegada del ex ayudante de Falcioni inyectó una brisa de aire fresco que revolucionó al club. Hoy superó 2-0 a Instituto y demostró que la casualidad no es una opción: este equipo gana jugando bien. Claro, es la B Nacional. Pero estos mismos jugadores son los que no pudieron hacer pie en Primera ni en los primeros partidos de este semestre cuando el barco lo conducía Brindisi.

La mejor manera de ejemplificar el rendimiento general, puntualizando en uno individual, es observando el trabajo del "Rolfi" Montenegro. El capitán del equipo parece otra persona, otro futbolista. Mucho más cercano a aquel jovencito que hace poco más de 10 años condujo al equipo a su último título local. Y hoy se llevó una merecida ovación.

La sociedad del '10' con Matías Pisano y Facundo Parra sigue siendo un éxito. Los dividendos para el "Rojo" son cada vez más positivos y el equipo empieza a salir de memoria. Eso lleva a generar una tranquilidad en los jugadores y en la gente, que no es un dato menor. Independiente construyó la victoria en base a la calma, al tener en claro lo que debe hacer en el campo de juego y en conocer las flaquezas de un rival que se derrumbó apenas pisó el Libertadores de América.

Durante toda la primera etapa, el "Rojo" atacó cuando debía hacerlo y cuidó la pelota en los momentos que requería la situación. La "Gloria" superado por las circunstancias, no inquietó a Diego Rodríguez. Lo único que pudo parar el vendaval en el que se estaba convirtiendo el local fue otro: un temporal corto, pero furioso, suspendió el partido durante unos minutos.

Como un boxeador inteligente y minucioso, los de De Felippe supieron construir el gol por demolición. Tanto 'pegó' el equipo en la primera etapa, que en el complemento logró plasmarlo en el marcador. A los 7 minutos de esa parte, Martín Zapata robó la pelota en mitad de cancha y la trasladó por vía rápida hasta la puerta del área; con tiempo y espacio, la colocó bien lejos de Julio Chiarini. Ese carril veloz fue gentilmente cedido por los defensores del visitante, que en vez de cerrar los espacios, se abrieron como el cielo luego del temporal.

Independiente volvió a demostrar que conocía las debilidades del rival y los 'videos de De Felippe' volvieron a aplicarse nuevamente cuando el equipo aprovechó, otra vez, la pésima marca de Instituto con pelota en ataque. Mancuello robó el balón detrás del campo de juego y con un pelotazo largo dejó solo a Montenegro, quien se le cedió abajo del arco a Facundo Parra para que sólo deba empujarla.

Con inteligencia, astucia y, principalmente, confianza, los de Avellaneda lograron una victoria que lo dejan a un punto del último puesto que entrega un pasaje a Primera, que hoy pertenece a Crucero del Norte. Pero los números favorables no terminan ahí: el "Rusito" Rodríguez llegó a 666 minutos sin que le marquen (segunda mejor marca del club, lejos de los pocos más de mil minutos que ostenta Pedro Isusi) y el equipo acumula nueve sin caídas, con cuatro victorias consecutivas en su estadio. La mano de Omar.

Lunes, 2 de diciembre de 2013