El hombre decidió que era la mejor manera de prostetar por una supuesta infidelidad que habría cometido ella.

Una mala relación puede terminar de dos maneras: en forma madura, ambos se despiden en buenos términos y reconocen que el amor se terminó; o tras una guerra interminable, la pareja se separa a los gritos y cada uno de los integrantes guarda rencores que pueden durar, incluso, años.

Es el caso de Alan Markovitz. Conocido por ser el dueño de uno de los clubes nocturnos más famosos de Detroit, Michigan, ahora el hombre se transformó en una especie de héroe nacional tras su inesperada reacción frente a su ex pareja.

De acuerdo a lo informado por Deadline Detroit, Markovitz se mudó al lado de su ex, llamada Lea Touhy, y en su balcón trasero hizo instalar una estatua poco común y muy gráfica, por cierto.

El matutino aclara que el despechado gastó US$7.000 en fabricar una mano gigante que de una cara luce normal y de la otra, la que apunta hacia el domicilio de Touhy, la escultura muestra el dedo medio.

Trascendió que Markovitz no soportó que ella saliera con un conocido de ambos durante dos años. Por su parte, Lea publicó la foto de la estatua en su Twitter: “¿Cuán psicótico tenés que ser para comprar la casa de al lado para poner una estatua como esa?", dijo.

Martes, 19 de noviembre de 2013