En el Ministerio de Julio de Vido recibieron la orden presidencial de buscar un reemplazante al arquitecto misionero Oscar Thomas, de la Dirección Ejecutiva de la EBY. Lo condena su dependencia ultrarovirista y los resultados de las elecciones en el Gran Posadas, donde el Gobierno nacional puso millones de dólares en obras complementarias. Además, no cayó nada bien cuando Rovira se hizo el "cocorito" el domingo de los comicios, cuando anunció que los diputados nacionales de Misiones por el FR responderán sólo a él. El reemplazo sería el actual intendente de Corrientes, Mauricio “amau”Espinola.

La versión se conoció hace sólo unas horas en los despachos del Ministerio de Planificación Federal, a cargo de Julio de Vido. Y provocó corridas y desesperación interna en el corazón del Gobierno de la Renovación misionera. El Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner analiza concretar el desplazamiento en el cargo del arquitecto ultrarovirista Oscar Thomas, de la Dirección Ejecutiva de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY).

Es más, hasta ya se baraja, en Casa Rosada, el nombre del posible sucesor del misionero en el manejo de la principal central hidroeléctrica el país: el intendente K de Corrientes, Carlos “Camau” Espínola.

Las versiones anticipan que la destitución de Thomas estaría íntimamente ligada con la postura que, públicamente, ya tomó el mandamás de la Renovación, Carlos Eduardo Rovira, de aferrarse a un discurso que despegue al oficialismo misionero de sus relaciones carnales con el kirchnerismo.

Rovira, muy a pesar del gobernador Maurice Closs, reiteró el domingo pasado, pocas horas después de los comicios legislativos, que los diputados de la Renovación ya no serán parte de la estrategia K en el Congreso de la Nación. Y encima, reclamó, en torno de reproche, que el Gobierno nacional le redujo el presupuesto de coparticipación a los misioneros.

El desafío de Rovira no cayo para nada bien en los despachos presidenciales. Desde hace tiempo que Rovira no figura en la agenda de los “amigos” de la Presidenta, pero se mantienen vínculos estrechos con la Renovación sólo por obra y gracia de Closs, quien se encarga de pulir a diario la convivencia con Cristina y el gabinete de la Presidenta.

Es sabido que Closs profesa una suerte de devoción casi irrenunciable con Cristina y el poder central. Pero la relación entre los K y la Renovación, principalmente con Rovira, se terminó de desgastar el pasado domingo, cuando, en la Rosada, evaluaron resultados electorales y discursos post comicial de los aliados misioneros.

Thomas siempre se ufanó de ser una suerte de “intendente paralelo” en Posadas y las ciudades que conforman el distrito capital; atendiendo a las innumerables obras complementarias que la Nación inauguró por estos pagos, como compensación del daño ambiental que provoca Yacyretá.

Sin embargo, los operadores de Julio de Vido le acercaron el desempeño renovador k en Posadas, donde el oficialismo cayó en manos de la UCR y encima peleó el tercer lugar con el peronista Ramón Puerta.

“Se ha volcado millones y millones de dólares en obras en el Gran Posadas y ni Thomas, ni Rovira ni Closs han sabido capitalizarlo. Encima, la estrategia fue personalizar las obras de Yacyretá cuando el plan de infraestructura fue diseñado por orden de Néstor y continuado por Cristina. La Renovación, Thomas y Rovira se quieren adueñar de obras que son del kirchnerismo”, fue la explicación escueta que ofreció un asesor del Ministro Julio de Vido, cuando un periodista de este medio indagó sobre el posible desplazamiento de Thomas al frente de la EBY, después de más de una década.

Por eso el Gobierno de la Renovación entró en pánico. Sospechan que Closs seguirá estando en la consideración política y vincular de Cristina; pero también que el “gesto” de destitución de Thomas en la EBY profundiza el desprecio kirchnerista a la estrategia del rovirismo, de intentar despegarse de la transición K a dos años de 2015.

Viernes, 15 de noviembre de 2013