Con un pésimo arbitraje de Darío Herrera, que benefició claramente al "Xeneize", Boca pudo dar vuelta el resultado a pesar de haber jugado muy mal y derrotó 2-1 a un "Matador" que sufrió la injusta expulsión de Pérez García. Así, los de Bianchi, que terminó apostando por cinco delanteros y dos enganches, quedaron a sólo dos puntos de Newell´s.

Si sólo se analiza el resultado, habrá que decir que Boca derrotó 2-1 a Tigre, que dio vuelta el resultado en los últimos nueve minutos de partido y que quedó a solamente dos unidades del líder Newell´s. Esto, desde las matemáticas es irrefutable.

Sin embargo, a la hora de analizar el juego, no se puede dejar de soslayar que el equipo de Bianchi volvió a jugar muy mal, continúa sin poder mostrar una identidad de juego y que tiene una enorme carencia de fútbol. Pero... ¡Qué le puede importar esto a sus hinchas, si la ilusión de volver a ser campeón está latente, ya que el torneo es mediocre e irrgular!

Todo comenzó siendo complicado para Boca, ya que el visitante se puso en ventaja como consecuencia de un insólito gol en contra del 'Chiqui' Pérez. Antes y después de esto, haciendo referencia al primer tiempo, el local disponía de la pelota, pero no sabía cómo administrarla para inquietar al adversario (Riquelme tuvo un flojo partido); mientras que en defensa sufría cada vez que Tigre se disponía a contragolpear.

Ya en el complemento, todo esto se agudizó aún más. Boca, yendo por necesidad y obligación, pero sin ideas; Tigre, replegándose y apostando al contragolpe.

Sin embargo, hubo una situación que cambió el desarrollo del partido y que, seguramente, tuvo injerencia en el resultado final. ¿Qué pasó? Herrera expulsó a Pérez García (por doble amonestación) por considerar que simuló un penal. Es cierto que no hubo falta sobre el enganche, pero más cierto es que el jugador se cayó como consecuencia del contacto. ¡Mala decisión del árbitro!

Encima, a los pocos minutos, cuando un jugador de Tigre quedaba mano a mano con Orión, el árbitro, a instancias del asistente, cobró un offside que no fue. ¡Podría haber sido el 2-0!

Bianchi, por su parte, apostó a poner mucha gente en ataque; aunque demostró la nula lectura táctica, más allá del resultado final. Boca, increíblemente, terminó jugando con cinco delanteros (Riaño, Cángele, Gigliotti, Martínez y Blandi) y dos enganches (Riquelme y Paredes). ¿Ganó por apostar al ataque? No.

Y entonces, ¿por qué se quedó con los tres puntos? Porque aprovechó dos pelotas paradas (Paredes, desde afuera del área, y el "Cata" Díaz, de cabeza) y porque el árbitro del partido tuvo una mala actuación, que lo terminó beneficiando en situaciones tan puntuales como clave.

Más allá de todo esto, lo cierto es que el "Xeneize" ganó y quedó a solamente dos puntos del líder Newell´s. Y en este torneo parejo y mediocre, ¿por qué Boca no puede ser campeón, a pesar de jugar tan mal?


FORMACIONES:

Boca: Agustín Orión; Matías Caruzzo, Daniel Díaz, Claudio Pérez, Nahuel Zárate; Pablo Ledesma, Cristian Erbes, Leandro Paredes; Juan Román Riquelme; Juan Manuel Martínez y Emmanuel Gigliotti. DT: Carlos Bianchi.

Tigre: Javier García; Gastón Díaz, Erik Godoy, Norberto Paparatto, Guillermo Cosaro; Lucas Janson, Gabriel Peñalba, Joaquín Arzura, Ramiro Leone; Matías Pérez García; y Cristian Bordacahar. DT: Fabián Alegre.

Estadio: Alberto J. Armando ("La Bombonera")

Árbitro: Darío Herrera

Lunes, 11 de noviembre de 2013